Este miércoles 5 de febrero, una persona estaba alborotada y nerviosa: Edu Aguirre. ¿Por qué? Porque su amigo del alma, aquel a quien le hace la rosca de manera indisimulada, Cristiano Ronaldo, estaba de cumpleaños. El portugués llega a la cuarentena sin haber perdido nada su modestia. Ni el hecho de soplar 40 velas ha hecho que CR7 tenga dos dedos de frente y por mucho que se quiera a él mismo, ha hecho que deje de hacer el ridículo y no sea tan soberbio. Sino todo lo contrario. Entrevista por Aguirre en Los amigos de Edu, un masaje televisivo que provocaba vergüenza ajena al oír cosas como estas, en boca de un Cristiano Ronaldo que se considera el mejor jugador de todos los tiempos. Pero claro está, si después de decir sandeces tiene a palmeros que le regalan los oídos, difícilmente le llegará al cerebro del portugués una mínima decencia y sentido común...

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Un Aguirre que ayer tuvo, suponemos, doble ración de felicidad al ver cómo su Real Madrid conseguía el paso a las semifinales de la Copa del Rey en el último suspiro del partido contra el Leganés en cuartos, con un gol en la última jugada por parte del jugador de la cantera Gonzalo, cuando estábamos a punto de llegar a la prórroga. Un 2 a 3 final conseguido lejos del Bernabéu, en Butarque. Un Gonzalo que antes cometió un penalti que no fue pitado, pero como dice este usuario, eso no lo veréis en la caverna mediática ni provocará ningún comunicado ni queja del club más cínico e hipócrita del mundo:

Normalmente, cuando los partidos son en el Bernabéu, Edu Aguirre, micrófono en mano, se regala un baño de multitudes con los aficionados madridistas a la salida del estadio. Pero no siempre es así, a juzgar por unas imágenes que ha compartido un aficionado. ¿Qué se ve? Al reportero de El Chiringuito haciéndose paso en medio de un grupo numeroso de seguidores merengues y uno de ellos se acerca, le dice alguna cosa y él le lanza una patada. Con los nervios a flor de piel, el aficionado se vuelve y cae al suelo y hay unos momentos de tensión más que evidentes:

Más tranquilo estaba con Cristiano.