Queda poco para el estreno de la segunda edición del programa más exitoso de TV3 de los últimos tiempos. Los micrófonos ya calientan motores para acoger las nuevas voces de un programa maravilloso, Eufòria. ¿Quién sustituirá a las Marionas, Triquells, Nurias, Edus y compañía? De momento, gracias a los castings que ya se han emitido, hemos conocido los 9 primeros participantes que nos enamorarán a partir del viernes 10 de marzo, y esta semana conoceremos a los siete restantes. Seguro que volverán a reunir a toda la audiencia delante de la tele con un plan perfecto para las noches del viernes: familia, pizza y Eufòria. Y lo más importante, juntando diferentes generaciones de espectadores delante de la pequeña pantalla, uno de los grandes secretos del programa. Claro está que si hablamos de las claves del éxito, la más importante, sin duda, fue (en el caso de la primera edición) la elección de los 16 aspirantes. Chicos y chicas con talento, sí, con voces descomunales, sí, con una actitud encima de los escenarios que parecía propia de artistas consolidados, sí..., pero lo más importante: con una humanidad, bondad y empatía con el público difícil de encontrar en el resto de programas. Y de entre los concursantes que nos robaron el corazón, uno de los favoritos de grandes y pequeños, de niños y adolescentes, de chicos y chicas: Edu Esteve.

Edu, antes de actuar con los compañeros de 'Eufòria' en el Palau Sant Jordi / @eduestevemusic
Edu, abrazado a sus compañeros de 'Eufòria', Mariona y Triquell / @eduestevemusic
Edu, abrazado a su madre en medio de un concierto / @eduestevemusic

Todo lo que le vimos hacer en Eufòria tenía un tacto, un buen gusto, una delicadeza deliciosas. Desde las versiones más rockeras, más potentes, como el Beggin de Maneskin o Everybody de los Back Street Boys, hasta las más íntimas, como La gent que estimo, de Oques Grasses, con Mariona, El far del sud de Sopa de Cabra, dedicado a su abuela o esta maravilla que nos hizo llorar a todos en casa, Vespre, de Els Pets, con él emocionado sentado en el escenario.

Ahora, después de su paso por Eufòria, donde aprendió como una esponja todos los consejos de los coaches y el jurado, el joven cantante sigue su camino en solitario. Y hace cuatro días ha lanzado un nuevo tema al mercado, una canción perfecta, que solo de oírla no te la puedes quitar de la cabeza: No vull despertar.

Que Edu, sin embargo, vuele solo, profesionalmente hablando, no significa que en su vida, en su día a día, y en todo lo que hace en su profesión, no esté bien acompañado. ¿De quién? De la gente que le quiere, de sus amigos, de sus compañeros en Eufòria o de su familia. La abuela y la madre son un faro que siempre le guía, pero además, dentro de su corazón tiene una persona que a pesar de no estar ya entre nosotros, siempre le acompaña, con los recuerdos bien vivos y en cada paso que él hace. Su querido padre, a quien adoraba. "La música fue mi gran salvadora después de la muerte de mi padre", ha dicho en alguna ocasión. Por eso le ha escrito alguna canción dedicada a él y cada vez que se pone ante el micro, su padre lo acompaña en su interior. Este lunes, sin embargo, es una fecha especial para él: el cumpleaños de su padre. Por eso Edu ha querido tener un sentido recuerdo hacia él, con una felicitación que conmueve, "Papa muchas felicidades, allí donde estés sopla bien fuerte las velas. Te quiero", acompañada de unas imágenes preciosas de padre e hijo cuando este era muy pequeñín, en el año 94. Imposible verlas y no emocionarse:

Todos estos fans de Edu tienen razón. Seguro que allí donde esté, su padre soplará hoy las velas sabiendo que su deseo, ver a su hijo convertirse en la persona y el cantante que es, se ha cumplido.