Para alguien como servidor, y muchos más oyentes, que nos encantan las conversaciones pausadas con gente de la cultura y la comunicación, y que al mismo tiempo, nos vuelve loco la música, las canciones, es una delicia escuchar el programa Llapis de memòria de SER Catalunya, antes presentado por el difunto y recordado Òscar Moré, y ahora por Jordi Manau. Y el último programa ha contado con un tipo que cae bien, que ha tocado muchos papeles y que reconoce que "tenéis un programa que yo he pensado muchas veces que me gustaría presentarlo a mí", dice sinceramente, no porque le quiera quitar el sitio a Manau, sino porque la propuesta de mezclar entrevista con canciones que han marcado la vida del invitado es francamente atractiva. Hablamos del gran Edu Soto.
Actor, humorista, showman, imitador, cantante, todo lo que hace, lo hace bien. Ya sea ponerse en la piel de otros cantantes en Tu cara me suena, ya sea subiendo al escenario del Teatre Borràs de Barcelona con Más vale solo que ciento volando reloaded, ya sea poniéndose en la piel de uno de los personajes más queridos de la historia de la televisión de los últimos años, el 'Neng de Castefa': "Cuando acabé los estudios en esta escuela privada, un compañero y yo dijimos de hacer alguna cosa, y con tres personas más montamos un grupo de teatro y estrenamos en Vilanova i la Geltrú, entonces el espectáculo gustó y al siguiente bolo fue toda la cúpula de El Terrat porque estaban buscando gente, en esta visita salió la propuesta de ir a hacer el casting de 'Una altra cosa'. No acabé hasta los cojones del Niño de Castefa. Era un poco desagradable porque no podías vivir, porque la gente piensa que eres su colega". Él, sin embargo, no es de Castelldefels, sino de Rocafonda, el barrio de Mataró que comparte con Lamine Yamal. De joven, sin embargo, "no tenía ni idea de que algún día acabaría haciendo lo que hago. El sueño de subir a los escenarios no me viene hasta que tengo 22 años".
Suenan canciones de Jovanotti, de Camilo Sesto, de Mártires del Compás... y suena Billie Jean, tema mayúsculo de Michael Jackson, que le evoca a Soto uno de los momentos más especiales de su vida, un recuerdo que le remite directamente a un "subidonaco", en medio de una discoteca de Mataró llena hasta los topes. Él mismo lo explica con una sonrisa orgullosa en la cara:
De su experiencia trabajando con Andreu Buenafuente y compañía, guarda muy buen recuerdo, en una época donde coincidió con otros genios del humor como Corbacho o su 'hermano', amigo íntimo, David Fernández. Recuerda cómo un día Andreu les dijo que no se rieran tanto durante el programa, que se desvirtuaba si se meaban de risa mientras hacían humor, e incluso puso una luz en el plató que iba contabilizando los momentos de risa máxima. Para evitarlo, David Fernández cogió a todos los actores y les dijo que procuraran cortarse un poco. Pero ¿qué hizo Fernández con su buen amigo Edu Soto?: un día, justo antes de entrar a programa, lo coge y le dice: "Edu, ahí dentro (refiriéndose al plató) acuérdate de 'pollas en vinagre'. Y soy tan idiota que de repente me imagino un tarro lleno de pollas en vinagre. El cabrón lo ha dicho para reventarme. Me empiezo a desnudar de risa. David empieza a reír, todos empezamos a reír, y cuando acaba el programa, Andreu (Buenafuente), supercabreado, nos dice 'Ei, tios, de verdad, no sé qué palo lleváis. Os acabo de decir que no riáis y os da el ataque de risa mayor de todos los programas'".
Un Edu que aparte de la vertiente profesional, es el hombre más feliz del mundo con su pareja y sus hijos. ¿Cómo lo está haciendo como padre?: "me caen muy bien mis hijos, no sé cómo lo estaré haciendo pero los quiero mucho. Me implico mucho, los estoy viviendo y no me los estoy perdiendo". ¿Y cómo conoció a su mujer?: "antes tenía otra banda, y había una violinista que podía ir menos, y a una actuación no podía ir y nos recomendó a otra violinista, que me cayó muy bien y poco tiempo después tuvimos un hijo".
Edu Soto, maravilloso.