La espiral de intoxicación informativa y de intromisión en la intimidad en la que vive Eduardo Inda sigue su curso. Su cruzada contra Risto Mejide y el programa Todo es Mentira le ha llevado a embestir contra la periodista Marta Flich, mano derecha de Mejide en el espacio de Cuatro. E Inda, creyéndose un vitorino, ha utilizado toda la maquinaria de las cloacas para hurgar en la vida de Flich y publicar una "información" que la trata como un trapo: "El nieto de Franco regaló un coche y pagó un piso de lujo a la antifranquista Marta Flich".

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Mantenida, hipócrita como "nuevo icono del feminismo y modelo de la mujer independiente", amante del clan Franco pero antifranquista "de boquilla", una aprovechada que utilizó la relación para salir en la prensa del corazón... Una verdadera montaña de porquería sobre la relación de Flich con Jaime Martínez Bordiú en 2006. Las reacciones en el timeline del navarro, unánimes.

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Apartamentos de lujo, coches de más de 30.000 euros, fama y glamour de la mano de los Franco, fotos con la Preysler... La sangría contra la periodista es interminable. E intolerable, según la mayoría de mortales de sectores bien diversos de la vida pública. Clarísimo lo tiene el escritor, politólogo y articulista Antón Losada, como también Pilar Rahola, Beatriz Talegón Gabriel Rufián, que destaca el silencio de muchos profesionales de la comunicación ante este nuevo atropello, que la afectada se ha tomado con ironía.

La cacería machista, impúdica e impune de Ok Diario continúa. Imaginamos a un Eduardo Inda volviendo a su cueva, ponerse el traje de buzo e introduciéndose en su hábitat natural, la alcantarilla, allí de donde saca un "petróleo" que no es oro negro, sino que es estiércol marrón. "Aihó, aihó..."