El mal final de Gerard Piqué y Shakira no tendrá nunca final. Cada fase ha sido peor que la anterior: el descubrimiento de las infidelidades, el carácter de la diva, la decisión de separarse, la aparición pública de Clara Chía, las peleas por el acuerdo de separación, las canciones de Shakira contra Piqué, Clara y la Dra. Bernabeu, su ex suegra, el padre de Piqué, Joan, desahuciando a Shakira de la mansión familiar como administrador de la propiedad... Cuando todo parecía acabado con la marcha de Shakira llevándose a los niños Milan y Sasha a Miami, más peleas entre Piqué y Shakira en las redes porque ella consideró racista que Piqué la definiera como "latinoamericana" para explicar la ira contra él de los seguidores de la cantante.
La guerra que nunca acabará. No tardará en producirse un choque por como Piqué visita a los niños en Miami o por quién paga la escuela carísima, Miami Country Day. Un prestigioso centro educativo de élite, de más de mil alumnos procedentes de 40 países. Allí habrá dos niños catalanes, Milan y Sasha, los nuevos, los que empiezan las clases en abril. El precio de la matrícula va de los 33.000 a los 46.000 dólares anuales (unos 42 mil euros). Shakira es multimillonaria pero hará pasar por el aro a su ex, que sigue su vida feliz en Catalunya con la novia y los padres, unas fotos muy románticas y familiares que ha captado un paparazzi: el beso en la boca de Clara y Piqué a un palmo de los padres del exfutbolista:
Un besazo de película que se produjo, y es importante la fecha, el pasado domingo, a la misma hora que Shakira cogía el vuelo privado para abandonar para siempre Barcelona. Piqué ni fue al aeropuerto para despedirse de los niños, un gesto que cualquier padre habría hecho. Pero el acuerdo de separación parece que incluye la prohibición de que Piqué y Shakira compartan espacio. Ni en un momento así. Piqué en su día más triste, el día que los dos niños nacidos y educados en Barcelona se van de su lado y solo les verá en contadas ocasiones. Aquel día, Piqué cerró filas con los padres y Clara. Fueron a ver un partido de fútbol del equipo propiedad de Gerard Piqué, la Andorra.
En las imágenes se ve a una Clara Chía más guapa y feliz que nunca, como se ha quitado un peso de encima, que lo había mortificado y causado ansiedad. La joven se ha empezado a cuidar cada vez más su apariencia física y ya no queda nada de esta joven tímida, curvy y comfy. Según 'The sun', la pillaron las cámaras enfadada y con actitud un poco altiva, como si fuera una estrella. Para el tabloide este gran cambio tiene una explicación: Clara Chía siempre ha sido fan de Shakira y ha sentido gran admiración por ella desde que era pequeña. Y quiere parecérsele. De momento ya le ha quitado al marido.