Por muy lejos que hayas llegado en la vida, todo el mundo tiene un pasado. Y qué pasado. En el caso de Isabel Díaz Ayuso, inclasificable Presidenta de la Comunidad de Madrid, sus inicios están a la altura de su presente: un delirio. Conocíamos su particular forma de ir escalando en el PP madrileño, haciendo de community manager del perro de Esperanza Aguirre, "la jefa". Un perro que "los comunistas no quieren que salga a pasear". No es de extrañar: Ayuso estaba dispuesta a cualquier cosa por "pillar cacho", incluso dedicando su tiempo a esta actividad absurda mientras intentaba ocupar un escaño en la Asamblea de Madrid. Todo en orden.
Los comunistas no quieren que me paseen. No quieren libertad. ¡Guau! #FreePecas #DebateTM
— Pecas Aguirre (@SoyPecas) May 18, 2015
Ahora bien, Ayuso (periodista de formación) también tocó otros palos, como por ejemplo hacer de tertuliana en un programa de televisión. Uno muy concreto y especial, y que hoy en día parece una aberración absoluta. La caudilla del trifachito era una de las invitadas en 'La Tuerka', el espacio presentado por el actual Vicepresidente del Gobierno y enemigo número 1 de los fachas, Pablo Iglesias. Allí compartía plató con Íñigo Errejón o Tania Sánchez, expareja de Iglesias. El fragmento, compartido por un tuitero, sorprende y mucho, sobre todo por su 'buen rollo' con el demonio comunista, con quien iba "a tomar cañas". Sencillamente surrealista.
Flipando con este corte de 2012. pic.twitter.com/GXZMRJn53R
— Jota (@svqcity) June 1, 2020
@PabloIglesias Necesitamos que nos cuentes más sobre esas cervezas con Ayuso. ¿Te obligó a comer pizza?
— Jota (@svqcity) June 1, 2020
Pero ya estaba ida por esas fechas o aún no?
— AlvMF (@AlvmontFer) June 1, 2020
Vaya precuela acabo de descubrir. Más capítulos!
— ßorjλ (@borkoga) June 2, 2020
Se ha hecho un cambio de imagen para que no le vinculen a "La tuerca". Increíble.
— S' (@Sonn____) June 1, 2020
El miedo que tienen esta gente a Pablo es porque sabe de que pies cojean
— Mikel (@miguel281156) June 2, 2020
Ayuso es una caja de sorpresas. Sobre todo de las desagradables y ridículas.