El catalán Josep Pedrerol es periodista deportivo, y presentador de las populares ediciones de El Chiringuito. Sin entrar en más detalles ni analizar el sesgo del comunicador, podríamos decir que esta es la versión oficial. La realidad, sin embargo, nos apunta otra cosa: eso del 'chiringuito' podría perfectamente referirse a los tejemanejes, presuntos delitos y condenas firmes de un manojo de sus colaboradores. El currículum va engrosando, ahora con la detención del exjugador del Real Madrid, Edwin Congo, a quien la policía acusa de formar parte, supuestamente, de una red de tráfico de cocaína. El colombiano ha sido interrogado y puesto en libertad a la espera de comparecer ante el juez instructor, y aunque se ha defendido en su programa, las revelaciones sobre él y su círculo de amigos són turbias.
Congo estaba siendo investigado desde hace tiempo, y según ha asegurado, ha recibido la recomendación de los agentes de apartarse de estas amistades, que tienen un futuro complicado. A la espera de cómo acabe esta historia, lo que sí ya ha hecho el exfutbolista es entrar de lleno en el club de los manchados del programa, compuesto por dos miembros ilustres: uno, el francés François Gallardo, aquel de la taza y el dedito, condenado a 2 años de prisión por estafa continuada a un compañero de radio. El hombre no ha vuelto a pisar el plató de Pedrerol. El otro miembro, presidente honorífico de por vida, es Eduardo Inda. ¿Quién no conoce al personaje, uno de los periodistas más sucios del alcantarillado nacional? Bien, pues el navarro colecciona denuncias y condenas: la mayoría por informaciones falsas, una especialidad de la casa, pero también fue sancionado por no pagar la manutención de su exmujer. El periodista Fonsi Loaiza recoge las fechorías en el espacio futbolístico en un tuit demoledor.
El Chiriguinto: fútbol, comisarías y juzgados. Reinventando el deporte.