Àlex Crivillé es uno de los deportistas catalanes más admirados. Campeón de motociclismo, su bondad era célebre dentro y fuera los circuitos. Este fin de semana ha dado un paso más para llegar al corazón de los fans, llevar a su hija de 18 años, Maria, a la Radio para explicar cómo sufrió de anorexia y bulimia. Él es la prueba que tenerlo todo no quiere decir que no tengas problemas. Àlex y Maria Crivillé, padre e hija, en El suplement de Roger Escapa detallan cómo se convive con el trastorno de conducta alimentaria de Maria; una afectación que empezó a tener con 12 años, cuándo era adolescente, a raíz del bullying que sufría en la escuela. Maria luce fotos preciosas en Instagram y habla como una adulta. Bonita por dentro y por fuera.
María Crivillé: "Ahora ya hablo de la recuperación, pero recaer es muy fácil porque el camino ya lo sabemos. Tengo un trastorno de conducta alimentaria. Me decían 'Mira la anoréxica' o 'mira a la bulímica'. A los 12 años sufría de anorexia. Me di cuenta de que tenía el problema cuando era bailarina. En la escuela veían que mi rendimiento no era lo mismo. Yo no lo veía como un problema sino como un juego: cuando llegue al peso que yo quiero, paro. Y seguía. Un día la madre me vio desnuda en el probador para comprar ropa y lo vio. En la escuela me decían "Maria está gorda'. Creía que lo hacía para adelgazar pero no. Adelgazar era la superficie, pagas con la comida otros problemas como el bullying, no sentirte a gusto en ningún sitio, problemas en casa... Todo nace del bullying escolar. Va a más, no es un día o una semana, son meses y años. Al principio era llamarme gorda y después me roban la maleta, el estuche, me empujan por las escaleras... Se te acumula todo. No pedí ayuda. Nadie es tan valiente para superar eso solo. No avergonzarse. Creía que era culpa mía que me lo hicieran".
Àlex Crivillé: "Yo también he seguido terapia de familia. He vivido padres con hijos que no sobrevivieron, Me emociono oyendo lo que dice, yo la he visto cuando era otra. Estoy orgulloso, lo ha superado, se ha sobrepuesto. Eso se enorgullece. Oírla hablar cómo habla de bien me llena muchísimos. Cuando supe que sufría de anorexia me sentí mal. La veía áspera, pálida... la ingresamos en Vic y ningún parámetro cuadraba. Mucho trabajo a hacer. La cambiamos de escuela cinco veces. Tantos cambios impidieron un grupo de amigas fijo. Se ha sentido muy sola años."
¿El ingreso qué supone? Maria: "En 3 meses no me puedo levantar de la cama|. Desayunas, miras la tele, vienen los padres, pintas mandalas, juegas a juegos de mesa. Las de 14-15 años éramos las pequeñas, cuando yo salí entraban niñas de 8 años, después de la pandemia. Ahora tengo buena relación con la comida. La comida no era el problema, tapaba los problemas. Cuando tengo un día malo tengo que vigilar porque mi vía de escapar es la comida. He trabajado mucho, ahora al prevenir las recaídas. Recaer no es malo, se aprende. En los años oscuros empecé no comiendo pero mi cuerpo necesitaba comer y pasé de la anorexia a la bulimia, cómo, me harto y vomito. Me sentía llena y vacía al mismo tiempo. ¿Qué me ha ayudado? Los perros, los caballos, la terapia la música, en especial Dani Martín. Él me llamó por los 15 años que cumplí sola e ingresada". Maria Crivillé, una giganta.