Liarla Pardo es un programa de La Sexta los domingos por la tarde donde cada semana la presentadora, Cristina Pardo, tiene el mismo problema: los invitados se niegan a seguir las tesis del director de La Sexta Antonio García Ferreras sobre el procés. Y la presentadora se queda con un palmo de narices. El Gran Wyoming consiguió hacer más audiencia en Catalunya (8,3%) que en España (7,5%) gracias a huir de los lugares comunes unionistas de la sentencia. Preguntado, fue demoledor.
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Wyoming. "No soy de los del pensamiento único. Por ejemplo cuando se dice 'Hay que acatar la sentencia del procés'. Bueno, la tendrán que acatar los condenados. Yo no tengo que acatar nada. Ni esa sentencia ni otras. Puedo ser crítico con lo que me dé la gana. Y la sentencia del procés me parece excesiva. Se utiliza la justicia como palanca política y eso tendrá consecuencias durante años".
Una cara conocida y sin pelos en la lengua que explica qué es una democracia: el poder judicial es exactamente lo mismo que el resto de poderes, un servicio público sometido a crítica.
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Nadie tiene impunidad, ni el Supremo. La tesis de La Sexta es que no son presos políticos. Wyoming hunde a Cristina Pardo y se lo aclara: 13 años de prisión por hacer un referéndum es excesivo y se ha utilizado la justicia con fines políticos. Pero la Pardo calla. El director de la Sexta no es Wyoming. Es Farreras.