A pesar de la fuerte polémica que ha acompañado a 'El Hormiguero' desde el anuncio que Pablo Motos entrevistaría a Santiago Abascal en Antena 3, el presentador valenciano recibió anoche al líder de Vox en el marco de una serie de programas por los que pasarán los líderes de las principales formaciones políticas españolas. Excepto Pedro Sánchez, que se niega a acudir. Finalmente, después de una sonada bronca al presidente del Gobierno por no querer poner un pie en 'El Hormiguero', Motos hizo entrar a plató a un Abascal recibido con entusiasmo por parte de un público entregado y con indignación por parte de los espectadores que llamaban al boicot a través de las redes sociales.

Todo sea dicho, Pablo Motos estuvo tenso durante todo el programa y se mostró muy distante con el dirigente de extrema derecha, consciente de que una masa crítica lo escrutaba al milímetro. Pero eso no fue impedimento para que Abascal soltara su discurso ultra sin ningún tipo de problema. Si fuera por él, las mujeres no podrían abortar ("el cuerpo es suyo pero lo que llevan dentro no") y los homosexuales no podrían adoptar a un hijo ("sólo si no lo quiere nadie"). Sobre Catalunya, lo que ya sabe todo el mundo: 155 perpetuo y supresión de la autonomía. Eso sí, dejando claro que "ni me siento representado por la palabra fascista ni me considero un facha". Y mientras el presidente de Vox hablaba, las redes también lo hacían. Pero con la etiqueta #BoicotElHormiguero, que fue 'Trending Topic' desde mucho antes de que empezara 'El Hormiguero'.

Santiago Abascal insistió una vez y otra en atacar a Albert Rivera con quien hasta hace no mucho tenía una relación de amistad. "Nos hemos hecho juntos muchas fotos", explicaba para vergüenza del líder de Ciudadanos. Pero Rivera no es el único dirigente naranja que tiene algún vínculo con el dirigente de Vox. Abascal tuvo buenas palabras para Juan Carlos Girauta, diputado de Ciudadanos en el Congreso, de quien dijo que lo querría en su propio partido.

Antena 3

'El Hormiguero' con Santiago Abascal recibió el boicot masivo de las redes, sí. Como también es cierto que hizo una audiencia extraordinaria: un 23,5% de 'share' y más de 4 millones de espectadores en España. En Catalunya, un 14% de cuota de pantalla. Fueron más los catalanes que prefirieron ver al Abascal de mentira haciendo el ridículo en el 'Polònia' (23,3%).