Desde que TVE decidió emitir El foraster en castellano por La 1 el programa El paisano ha sido una mala imitación del que triunfa en TV3 de la mano de Quim Masferrer. Se demuestra que los formatos no son nada sin las personas. Cuatro presentadores, señal que no conectan con la audiencia. Jorge Cadaval, el Moranco, fue el primero de los cuatro (Pablo Chiapella, Eva Hache i Edu Soto) que se atrevió a visitar Catalunya. Una rareza: cuatro temporadas, decenas de pueblos y jamás uno catalán.
Han escogido Arties y Cadaval castellaniza todo el rato "el valle de Arán" (sic). Se refiere al topónimo de la Vall d'Aran. Los Morancos son contrarios a la independencia pero su madre es catalana. No oímos a Jorge dirigiéndose a los vecinos ni con un triste "Bon dia". En el vídeo de la promo canta en inglés. En catalán ni los nombres de las comarcas.
Isca y Elena en el agua, "No somos nativas, somos sevillana y granadina". Cadaval: "Esto no es Arties, es el Rocío". Después otro vecino: "Soy gallego, de Ribadeo". Acto seguido otra que fue representante de Miguel Bosé: "Nací en Perú". Para rematar un vecino con acento: "Yo soy de Zimbaue". Parece un gag: Cadaval conversa antes con un vecino que nació a 11 mil km del Pirineo, en la África interior. Los nativos no tenían historias interesantes. En el programa no apareció ni una estelada, ni una senyera, nadie hablando en catalán. Parecía un pueblo de los Alpes Suizos pero era Catalunya.
Los oriundos contestaban como podían. Xavi: "Sí, estoy trabajando. Estoy escombrant (sic)". El empleado municipal no recuerda que en castellano se dice "barriendo". Fue la única palabra en catalán y por error. Una catalanada, una pifia. La excusa de ir a Arties es acabar esquiando en Baquèira, el rincón catalán que más admiran en Madrid. A Jorge la enseña a esquiar Jordi: "Somos tocayos".
Cadaval acaba entre risas enlatadas: "Paisanos de Arties, sois muy buena gente". Masferrer se removía en casa mirando la tele. En Catalunya lo vieron los 524 habitantes de Arties y alguien más. De 10 a 11 de la noche fue el programa menos visto de las grandes cadenas: triste 4,2% y 112 mil catalanes. La productora Brutal Media es catalana. Ha costado 4 años que el programa fuera a Catalunya. Una Catalunya camuflada.