El exconseller Santi Vila quema el verano a la espera de la sentencia del juicio del procés. Mientras que sus compañeros de gobierno permanecen entre rejas, el de Figueres parece mucho más relajado. Le vimos bailando en el Sònar rodeado de su círculo más íntimo, que también le ha acompañado durante su estancia en el Cap de Creus, en Cadaqués y el Empordà. Su trayectoria veraniega se puede seguir en sus redes, aunque, curiosamente, ciertos medios unionistas ofrecen una crónica mucho más exhaustiva. Diarios como OkDiario o El Mundo le dedican artículos donde le vemos compartiendo baño a bordo de un pato de goma gigante, destacando que Santi "vive un verano de ensueño", la "dolce vita de un acusado de malversación de caudales públicos y desobediencia grave"
Llama especialmente la atención la comparación que hace El Mundo entre Vila y el resto de encausados y encarcelados, dejando entrever traición y frivolidad: "Se exhibe sin pudor, como el verano pasado". Este diario completa la información con fotografías donde le acompaña a su marido, Javier Luque. Mientras tanto, la redacción de Inda prefiere hacer comentarios de mayor calado: "A diferencia de otros años que ha organizado el 'barco del amor', en esta ocasión no había prácticamente ningún representante político." Vila surcando el Mediterráneo en un pato color (lazo) amarillo gigante mientras insinúan otros tipos de entretenimiento en el "barco del amor", donde no faltaban políticos.
Si Santi Vila se ha convertido en celebrity en el mundo españolista, por alguna cosa será. Nada es gratis. Ni siquiera el simple cotilleo del único representante de aquel gobierno que se bajó del "barco" de la República, y que ha vuelto a dormir a su casa tras cada sesión del juicio. Cada uno que saque sus propias conclusiones. Mientras tanto, el exconseller no se priva de nada.