Que para convertirse en una 'estrella' de realities en Telecinco no es necesario haber abierto un libro ni por equivocación es una realidad demostrada año tras año. Ahora bien, en cada edición de 'Supervivientes' los guionistas insisten en poner de manifiesto la ignorancia supina de los concursantes, con la típica prueba de preguntas de cultura general. Cuestiones del tipo "cómo se escribe mil en cifras romanas", "cómo se llama el Presidente del gobierno" o "cuál es la cría de la paloma" se transforman en jeroglíficos para la mayoría de los aspirantes, y desatan una oleada de respuestas inverosímiles y que hacen daño a la vista. Pero vaya, que cuando se eleva el listón mínimamente, el drama es antológico. Y en la última emisión del show, la medalla de de oro de las burradas tiene nombre y apellidos: Elena Rodríguez, madre de Adara Molinero. Qué espectáculo.
Jorge Javier Vázquez y los espectadores en casa (bien, seguramente no todos, pero al menos sí una parte significativa) pasaron de la incredulidad a la carcajada viendo las animaladas de Elena. No se puede definir de otra forma. La cosa es que, además, a veces quizás sabía la respuesta, pero por ciencia infusa, porque de escribirlas correctamente, ni hablar. "¿Quién pinto Las Meninas?". La mayoría decía Picasso y Van Gogh, pero ella acertaba a medias. Sí, fue Velázquez. Un apellido español de pura cepa, ¿verdad? Para ella no tanto: "Beladqued". ¿Qué? La señora intentaba corregir la pifia: "perdón, es con "z al final". Ah, sí, claro. Todo solucionado. Uf, qué escalofrío ortográfico. Lo mismo cuando intentaba definir qué es "el esternocleidomastoideo". En catalán lo hubiera sabido antes, ya que es dice músculo esternocleidomastoideo. Para ella, y otros compañeros, la cosa sonaba a hueso. Error. Lo peor, sin embargo, es que para ella es "un gueso". Tierra, trágame. Viendo el 'carrerón' de Elena, que dijera que la RAE es "la Real Academia Española de la Radio" parece incluso adorable. Se nota.
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La coronación cultural de Elena ha provocado el cachondeo generalizado, pero todavía es peor ver la reacción de Adara defendiendo a la madre: "agradecería respeto. Es disléxica". Quizás sí, y daltónica, y tiene los pies planos, pecas y se come las uñas. Lo que no tiene es afición al diccionario.
En fin Adara, tú a la tuya.