El periodista Eloi Vila regala cada semana unas sesiones impagables de conversación pausada, profunda, a ratos íntima, a ratos divertida y siempre sincera. Lo hace dentro de las cuatro paredes de Al cotxe! y son muchos los entrevistados que destacan que mientras van motorizados por Barcelona se abren como nunca lo habían hecho antes. No es cosa del vehículo. Es cosa del conductor y presentador. Vila se muestra educado, comprensivo, dispuesto a callar cuando tiene que escuchar y a hacer las preguntas con respeto.
¿Mérito suyo? Por descontado. Pero también, seguro, de la educación recibida. Y quien lo educó no fue cualquier persona, sino un referente en la enseñanza y la escuela en Catalunya. Su madre Magda Escarré, montó una escuela "en la gris Barcelona de los años 60. Concretamente el año 1964, en pleno franquismo", tal y como escribe el mismo periodista en El9nou. Estaba en la parte de arriba del barrio de Gracia, junto al parque Güell. Se llamaba Escola Heidi, personaje de moda de la cultura popular de la época, y el centro fue un referente por ser una escuela inclusiva, laica y en catalán.
La madre de Eloi Vila ha muerto en este comienzo del 2019. El mismo hijo ha escrito una sobrecogedora despedida escrita en las páginas del diario. Un recuerdo emocionante, optimista a pesar del dolor y profundamente agradecido por lo que hizo en vida por él, a nivel personal, y por lo que hizo para muchísimos niños catalanes durante una época en que no era fácil enseñar en tu propia lengua. "Pues eso, que en casa hemos empezado bien el año. Se ha muerto la madre. Sí, la madre. Qué grande que es la madre, la mía, la tuya, la vuestra. La madre".
"Vacío, abismo, confort por un adiós bonito, por una última lágrima preciosa, por poder haberle dicho 'Te queremos' antes de irse, por el amor que le han transmitido sus exalumnos, amigos y vecinos, por ser consciente de que mi madre era la hostia, y por sentir profundamente el legado pedagógico que ha dejado al país", es el sentido pensamiento de un Vila que recuerda como de importante y de valiente fue la difunta maestra para este país. "Y eso que dejó de hacer de maestra a los 50 años por un hígado enfermo. Un trasplante le dio 26 años más de vida, pero no pudo hacer nunca más de maestra".
La madre de Eloi Vila luchó como pocas en la Barcelona de los años 60, "enseñando en catalán, cuando el catalán estaba perseguido y prohibido. Muchos alumnos eran hijos de padres inmigrantes. Hijos de familias que en casa hablaban en castellano, pero que querían que sus hijos e hijas aprendieran la lengua del país que los había acogido". Lástima que muchos hiperventilados de hoy en día no fueran de pequeños a la Escuela Heidi con Magda Escarré de maestra. Habrían aprendido mucho. Al periodista le hierve la sangre cuando "oigo a políticos que dicen que en este país tenemos un problema lingüístico. Me enoja mucho". Con una última y emocionante promesa a la madre: "Antes de que muriera le pude decir que no sufriera nada, que toda esta gente que con toda la mala sombra del mundo abonan un problema que es inexistente, no pasará. Que los enviaremos a tomar viento". Descanse en paz.