'El Hormiguero' y la 'La Revuelta' son los nombres propios del prime time durante este 2025. Después de que RTVE fichara a su caballo ganador, el liderazgo continuo del programa de Antena 3 se ha empezado a tambalear. Ahora, después de la euforia inicial de ver a David Broncano en la televisión pública, las dos emisiones han igualado audiencias y tienen una batalla espectacular. El hecho de tener un rival que te pisa los talones no hace más que tener que mejorar la calidad de toda la producción y el ganador real de este enfrentamiento tiene un nombre: la audiencia. Cada semana, Broncano y Motos intentan superarse con los invitados que vendrán, pero les diferencia un rasgo importantísimo: 'La Revuelta' no anuncia los entrevistados hasta que no están en el plató y en 'El Hormiguero', en cambio, se pueden conocer una semana antes. El hecho de saber quién viene provoca esperarse el talante de cada programa y, ayer, los amantes del humor no se perdieron la cita con Paz Padilla.

Pablo Motos y Paz Padilla / Instagram

La actriz fue con la intención de presentar 'El humor de mi vida', un espectáculo basado en su libro homónimo, que trata sobre la superación de la muerte de su chico. "El humor de mi vida es una historia de amor, pero sobre todo es una historia de acompañamiento y aceptación...", así lo explicaba ella en el programa, pero toda la promoción fue difuminada por un momento surrealista, que se ha hecho muy viral en las redes sociales. Para quien no haya visto nunca 'El Hormiguero', después de la pequeña entrevista inicial y algunas de las pruebas, Pablo Motos y el entrevistado llaman a un número de teléfono aleatorio con una misión: repartir una tarjeta con dinero. El funcionamiento es simple, unos preguntan: "Sabe usted que es lo que quiero" y el espectador tiene que responder: "La tarjeta de 'El Hormiguero'". La frase se ha hecho tan típica que incluso alguien que no ha visto nunca el programa de las hormigas podría responderla, pero el resultado de ayer fue inédito.

Atentos al brutal encontronazo, la actriz inicia la conversación: "Hola, buenas noches, soy Paz Padilla". La protagonista hace un silencio y el espectador, incrédulo, responde: "Sí, claro, y mi madre es puta". El teléfono se cuelga y nadie del plató puede creerse la respuesta. Padilla, con las manos en la boca, estalla: "Uy lo que ha dicho... Lo que ha dicho... Uy, uy, uy, uy". Las hormigas empiezan a reír y Pablo Motos, que no se lo cree, intenta controlar la situación. El presentador toma una decisión: "Vamos a llamarle otra vez. Vamos a hacerlo los dos, es que te has quedado callada como... Al mismo, al mismo... Qué flipe". Desgraciadamente, el espectador no vuelve a responder al teléfono y pierde, ni más ni menos que, 12.000 euros.

El capítulo de la tarjeta de 'El Hormiguero' no se acaba aquí porque, finalmente, el presentador y la actriz acaban repartiendo el premio a otra espectadora. Aquí sí, los protagonistas no pueden mantener la alegría. El final de la llamada es fantástico y, a diferencia del primero, la segunda protagonista pasa el teléfono, incluso, a su hijo de la ilusión. Quizás cuando el otro abra las redes hoy se arrepentirá de haber respondido tan agresivo al teléfono. 12.000 euros no van mal a nadie.