El artista catalán que más teatros llena del mundo no es Joel Joan, ni Josep Maria Flotats, ni Carlos Cuevas. Es de Badia del Vallès, tiene 38 años y se llama Antonio Díaz, el mago Pop. Un experto en magia que ha sabido convertir su afición en una profesión que alegra la vida a centenares de miles de personas, a millones si contamos sus programas de TV en Netflix, DMAX o TV3. El Mago Pop es la viva expresión del éxito, del catalán hecho a sí mismo, que de la nada convierte un arte en un imperio. Este es su gran truco: ser el mejor. Eso hace que tenga fans, pero también enemigos, especialmente en el mundo de la magia. Como en todo el gremio de artistas, un gran éxito despierta envidias. El diario catalanófobo El Mundo acaba de hacer un reportaje donde publica aspectos íntimos del Mago Pop, pero destaca dos polémicas muy desagradables en torno a la figura del magistral artista catalán.

Mago Pop al Todo se mueve. TV3

La portada del diario madrileño destaca una parte oscura del éxito: los que despotrican de Antonio Díaz: “El Mago Pop: exitazo, millones (y enemigos): Tiene el respeto del público, pero no tanto el de sus compañeros…”. Antonio Díaz es catalán hijo de inmigrantes: “Es el hijo pequeño de un matrimonio de clase trabajadora que le tuvo muy mayor: Nieves, ama de casa sevillana, y Jesús el Pichi, murciano empleado de una fábrica textil”. Su padre ya falleció y su gran apoyo son sus dos hermanos mayores, un oftalmólogo y una fisioterapeuta. Pop vive solo en una mansión de 4 millones de euros en el municipio de El Masnou, en el Maresme, de 1200 m² con piscina. El reportaje destaca su condición de soltero con 38 años: “Vive solo, ya que no se le conoce pareja estable, pero está abierto al amor, en búsqueda activa de una novia. En una ocasión el mago se llevó de acompañante a una gala Starlite a una chica muy guapa, pero nunca trascendió su nombre ni se le ha visto más veces con ella”.

Mago Pop TV3

Esta es la parte personal, en la profesional su éxito es descomunal. Un experto cifra cuánto dinero obtiene el Mago Pop por cada función: 80 mil euros. Antonio se formó en el Instituto del Teatro de Barcelona y ahora es el actor más rico de Catalunya: “Va sobrado, está lo que llamamos borracho de caja porque por espectáculo se saca más de 80.000 euros y hay días que hace dos, eso sin contar lo que saca con el merchandising. Tiene más de 13 millones en activos. Sus sociedades son solventes, tiene 140 personas en nómina tanto en sus espectáculos como en sus negocios, todos rentables. Aparte de mago, es todo un hombre de negocios bien asesorado, rodeado de gente que sabe”. Tiene dos teatros, el Victoria de Barcelona y otro en los EE.UU., en Missouri, y un club de fútbol, el Cieza de Murcia donde jugaba su tío. El Mundo deja para el final las dos polémicas.

El Mago Pop en Broadway, Gtres
Jorge Blass en un show sexista en el programa de Javier Cárdenas, TVE

Sus enemigos dentro del mundo de la magia lo acusan de hacer trampa. Es evidente que la magia no existe y que en cada mago la gracia es cómo lo vende. El truco se llama truco porque esconde una trampa, un efecto visual, un juego de manos, una estrategia para hacer pasar por magia lo que es una habilidad. Por eso se llaman ilusionistas, por generar una ilusión. Pero al Mago Pop los magos enemigos lo acusan de una trampa imperdonable entre magos: Jorge Blass, otro mago mediático, ha comparado la magia del Mago Pop con el dopaje en el deporte, insinuando que hace trampas. De hecho, hay magos que señalan que Antonio ha cruzado una línea roja incumpliendo con el máximo mandamiento de la magia, aparte de no revelar tus trucos: no contar jamás con compinches entre el público”Lo acusan que los espontáneos de la platea a los que hace subir al escenario en alguna ocasión para hacerles un truco forman parte de su equipo, que están pagados. La otra polémica es sobre una denuncia anónima en la cuenta de Instagram de Cristina Fallarás que sin decir el nombre de ningún mago en concreto, pero coincidiendo con la aparición del Mago Pop en La Revuelta, acusa a un mago famoso de cometer “abusos de poder de índole laboral, sexual y de maltrato psicológico”. Una manera muy fea de acabar un artículo sobre el éxito del Mago Pop.