Más movimiento de sillas en Telecinco a raíz del huracán Rocío Carrasco: el 'Viva la Vida' de Emma García decanta la balanza hacia Rociíto. Lo ha hecho a través de una baja de peso y de un nuevo colaborador estrella. Primero, nos ocupamos de la salida: el paparazzi Diego Arrabal, uno de los que más ha cuestionado el testimonio del documental, ha anunciado vía Twitter que ya no volverá al programa. Eso sí: el andaluz ha querido remarcar que no se trata de ninguna represalia, si no de una decisión voluntaria. No era la primera vez que el polémico fotógrafo desaparecía del plató: se marchó durante algunas semanas tras una bronca monumental con las Campos y por criticar a Raúl Prieto, el director. Poco después, reaparecía por arte de magia y sin decir 'ni mú'. En esta ocasión, sin embargo, parece definitivo: sólo saben la verdad los protagonistas, pero las sospechas son naturales, más teniendo en cuenta quién es su relevo.

Diego Arrabal fuera del 'Viva la Vida' / Telecinco

Se trata de Enrique del Pozo, cantante y tertuliano de la época de 'Crónicas Marcianas'. Hace algunas semanas nos quedamos boquiabiertos con su aspecto a los 63 años, pero su vuelta a Telecinco después de 10 años sin saber nada de él es todavía más sorprendente. Enrique protagonizó un incidente muy recordado en el programa de Xavier Sardà, enfrentándose al exguardia civil. Esuvo cerca de que le propinara un puñetazo en pleno programa. A raíz de aquel incidente, el madrileño asegura que sufrió una depresión y del ostracismo profesional. Sus primeras intervenciones han sido claras: lo califica de "mafioso", mientras que riñe a la cadena porque "a los que hemos defendido a Rocío durante tantos años nos han dado de hostias". Con Antonio David despedido de Mediaset y Del Pozo cada fin de semana en plató, que se prepare Flores: le caerán tortas por todos lados.

Enrique del Pozo en el 'Viva la Vida' / Telecinco

Antonio David intenta agredir a Enrique del Pozo / Telecinco

'Viva la Vida' con Enrique del Pozo / Telecinco

La televisión no es ni improvisada ni inocente. No hay que ser muy listo para entender la jugada: A.D. está muerto para Vasile, más todavía cuando le reclama 3 millones de euros como indemnización por el documental más famoso de su historia.