Desde que Tamara Falcó e Íñigo Onieva reavivaron su relación, los rumores y las preocupaciones no han dejado de crecer. Pero si hay alguien que ha puesto un freno a esta historia de reconciliación, es el propio Enrique Iglesias. Fuentes cercanas afirman que el cantante, en una conversación privada con la marquesa de Griñón, le habría aconsejado que, por todos los medios, evite quedar embarazada del empresario. La razón detrás de su advertencia es que, aunque una boda puede disolverse mediante un divorcio, un hijo la ataría de por vida a alguien que no ha demostrado ser de fiar.
El cantante, conocido por su discreción en temas familiares, no ha podido ocultar su preocupación por la decisión de Tamara de volver con Onieva. Es por este motivo que le habría pedido a su hermana que no se precipite en la idea de ser madre hasta que su esposo demuestre, con acciones y no solo con palabras, que ha dejado atrás su pasado turbulento. Y es que, según insiders, la familia sigue viendo con recelo al empresario, cuyos antecedentes sentimentales y escándalos anteriores aún pesan como una losa en la relación.
El pasado de Íñigo Onieva: la sombra que no se va
Aunque Tamara Falcó luce radiante y feliz junto a su marido, el escepticismo en su entorno familiar no ha desaparecido. Las infidelidades de Onieva y los rumores de su comportamiento antes y después de la boda siguen siendo un tema tabú en las reuniones familiares. Enrique Iglesias, en particular, no ha ocultado su desconfianza hacia su cuñado. Fuentes cercanas a la familia revelan que el intérprete de Bailando mantiene una actitud fría y distante con Onieva. De hecho, Enrique no asistió a la boda de su hermana, algo que muchos interpretaron como un claro mensaje de desaprobación. Además, se rumorea que el cantante ha evitado recibir al empresario en su residencia en Miami, lo que ha generado un clima de tensión palpable en cada encuentro familiar.
Recientes escándalos han manchado aún más la reputación de Íñigo Onieva
Además, los recientes escándalos que involucran a Onieva han contribuido a empañar aún más su imagen. Recientemente, la revista Diez Minutos publicó fotos comprometedoras de Íñigo disfrutando de una cena en un exclusivo restaurante de Madrid. Estaba acompañado por un amigo y dos mujeres, y se marchó del lugar bien entrada la noche, sin compañía de su esposa. Para agravar la situación, días antes se le vio en un hotel de Madrid en un comportamiento errático, corriendo por los pasillos y ocultándose detrás de un contenedor de basura. Testigos reportaron que Onieva parecía intentar evitar ser visto por alguien. ¿Qué motivos tendría el esposo de Tamara para estar en ese hotel sin ella? Las preguntas se multiplican y las respuestas siguen siendo un misterio.
Tamara se encuentra en una encrucijada emocional. Por un lado, está su deseo de consolidar su matrimonio y formar una familia con Onieva; por el otro, las advertencias de su hermano mayor y la desconfianza de su entorno más cercano. ¿Debe seguir su corazón o escuchar a su familia? Por ahora, la relación entre Enrique Iglesias e Íñigo Onieva parece no tener arreglo. El cantante no está dispuesto a fingir un afecto que en realidad no siente, y Tamara se enfrenta a una decisión crucial: avanzar con su proyecto de ser madre o esperar a que su marido demuestre, de una vez por todas, que ha dejado atrás su pasado.