La relación entre Enrique Iglesias y su hermana, Tamara Falcó, siempre fue cercana y especial, pero hoy en día parece que hay una fría distancia entre ellos. Todo indica que Íñigo Onieva, el marido de Tamara, ha sido el catalizador de una de las rupturas familiares más discutidas en la élite española. Y es que, a pesar de que Enrique está de visita en España, no ha hecho el mínimo esfuerzo por encontrarse con su hermana ni con su cuñado, lo que confirma lo que ya todos sospechan: el cantante no soporta al nuevo integrante de la familia.
El origen de esta tensión no es nuevo; desde que Íñigo Onieva protagonizó un sonado escándalo de infidelidad antes de su boda con Tamara, Enrique decidió cortar cualquier lazo con él. La situación escaló cuando el cantante optó por no asistir al enlace matrimonial, lo cual desató fuertes rumores en la prensa y dejó entrever su desaprobación hacia la relación. Tamara intentó calmar las aguas afirmando que su hermano solo evitaba eventos multitudinarios, pero nadie le creyó: Enrique ha dado conciertos ante miles de personas sin problema alguno.
A medida que el tiempo ha pasado, las diferencias se han vuelto insalvables. Enrique, según fuentes cercanas, no ha perdonado la falta de respeto hacia su hermana y mantiene una postura inflexible. Lo más alarmante es que la relación entre los dos hermanos, una vez inseparable, ha quedado gravemente afectada, al punto de que el cantante ha evitado incluso encuentros familiares en su paso por España.
Enrique Iglesias regresa a España, pero no hay señales de un encuentro con Tamara e Íñigo
Este fin de semana, Enrique Iglesias hizo una aparición sorpresa en los 40 Music Awards Santander 2024 en Barcelona, un evento benéfico que recaudó fondos para los afectados por la DANA. La presencia del cantante fue una grata sorpresa para sus fans, ya que llevaba años sin pisar suelo español. En su intervención, Enrique dedicó unas palabras al país: "Vivo en Miami, pero por supuesto he estado muy pendiente de lo que sucedía en Valencia. Soy español, este es mi país". Sin embargo, a pesar de su regreso, Enrique no hizo el más mínimo intento de acercarse a Tamara ni a Íñigo. La frialdad entre los hermanos es evidente, y el hecho de que haya evitado cualquier contacto con el matrimonio habla por sí solo.
Mientras una hermana se acerca, otra se aleja
Mientras tanto, Enrique mantiene una relación mucho más estrecha con su otra hermana, Ana Boyer, con quien se reunió recientemente en Dubai. La hija menor de Isabel Preysler, ha estado viviendo en Qatar con su familia por más de ocho años y no dudó en asistir al evento en la Coca-Cola Arena, donde disfrutó del espectáculo musical de su hermano ante una multitud de más de 15,000 personas. Así, la grieta en la familia Preysler sigue agrandándose, y no parece que vaya a cerrarse pronto. Todo indica que el cantante ha decidido trazar una línea definitiva en su vida: Íñigo Onieva no tiene cabida en su círculo cercano, y su relación con la marquesa de Griñón parece estar en punto muerto.