Pocos lo saben, pero Enrique Iglesias, el ídolo pop que ha conquistado medio mundo con sus baladas y ritmos latinos, arrastra un legado tan brillante como doloroso. Detrás de su éxito internacional y su fortuna millonaria, se esconde un nombre heredado de una de las tragedias más oscuras que ha marcado a la familia Preysler: la muerte de Enrique, hermano de Isabel Preysler.
En efecto, el cantante español no lleva su nombre por simple capricho ni por seguir una línea genealógica cualquiera. Fue bautizado como Enrique Miguel Iglesias Preysler en memoria de su tío, Enrique Preysler Arrastia, un joven apuesto y carismático que murió de forma trágica y misteriosa a los 25 años en un hotel de Hong Kong. Una muerte que, a día de hoy, sigue envuelta en rumores, contradicciones y un espeso silencio por parte de su poderosa familia.
Un nombre heredado de una tragedia: la historia oculta de Enrique Preysler
La versión oficial relata que Enrique Preysler, al que sus allegados llamaban cariñosamente Ricky, falleció tras inhalar monóxido de carbono producto de una mala combustión de una estufa mientras tomaba un baño. Pero la prensa sensacionalista de la época no tardó en encender la mecha de la sospecha: supuestamente, el joven se encontraba en compañía de una misteriosa dama de la alta sociedad asiática y, lo más perturbador, se habrían encontrado restos de heroína en la habitación.
Sin embargo, ‘la reina de corazones’ ha negado categóricamente esta información. "Jamás bebió alcohol. De hecho, sus amigos le conocían como Tomato porque era esta su bebida favorita. Y, por supuesto, jamás consumió drogas. Además, esto ocurrió hace 40 años. ¿Por qué sacarlo ahora? ¿Para hacerme daño? Me llevaba estupendamente con él, por eso sé que no se drogaba. Y me llevo maravillosamente bien con su hija Joanna, a la que llamo casi a diario, aunque algunos aseguren lo contrario", reveló Isabel Preysler a ‘Vanitatis’ en 2014. La muerte del joven fue tan impactante que provocó un profundo dolor en la familia de los Preysler. Su madre, Beatriz Arrastia, cayó en una depresión devastadora, y la familia impuso una ley del silencio que solo se rompió años después con un gesto inesperado.
Un nombre con historia: Enrique Iglesias y su tributo al tío fallecido
En medio del duelo y el escándalo, Isabel Preysler optó por rendir homenaje a su hermano fallecido de la forma más íntima posible: poniendo su nombre a su tercer hijo. Así nació Enrique Iglesias, un niño que sin saberlo cargaría con el peso de una pérdida familiar. Hoy, convertido en una leyenda del pop latino, ha transformado ese nombre trágico en un sinónimo de éxito, talento y resiliencia.
Pero la elección del nombre no fue un acto casual. Fue un intento simbólico de redención, de darle una segunda vida al nombre Enrique dentro de una familia que ha sabido tejer con maestría los hilos del glamour con los del drama. A diferencia de su tío, Enrique Iglesias ha vivido para ver cómo su nombre brilla en escenarios internacionales, recogiendo premios y ovaciones. Mientras Isabel Preysler continúa siendo la reina indiscutible del papel cuché y Tamara Falcó acapara los focos con sus pasos de socialité convertida en marquesa mediática, es Enrique Iglesias quien, desde el escenario, rinde homenaje cada día al tío que nunca conoció, pero cuyo destino quedó marcado en el suyo.