El romance de la temporada del cotilleo español es la relación del torero Enrique Ponce, de 48 años, casado y con dos hijas, con la joven de 22 años Ana Soria. Un idilio que empezó como un cortejo en Instagram, y ha acabado por romper un matrimonio muy popular de las revistas del corazón. Ponce ha sido abducido por un sorprendente espíritu casi adolescente, exhibiendo su amor en barcos, plazas de toros, publicaciones de redes, etcétera. El amor es así. Rejuvenece. Pero en el caso de este hombre, gran amigo del exiliado Juan Carlos, parece sufrir una especie de síndrome de Benjamin Button, y se está pasando de frenada descontando años en su DNI.

Enrique Ponce y Ana Soria EP

Enrique Ponce y Ana Soria barco EP

Enrique Ponce Juan Carlos toros GTRES

Enrique se ha ganado el mal entendido mote de 'playboy', mientras se carga otro mito: el de ser uno de los hombres más elegantes. Ahora no pasa de 'jovencito' asalvajado y cochinete, después de verle en acción en una terraza con un grupo de amigos. Una grabación de los paparazzis, emitida por Sálvame en T5, lo ha retratado rascándose sus partes íntimas con alegría (por dentro del pantalón) mientras hablaba por el móvil. Vete a saber si era su chica la que estaba al otra lado. Instantes después, continúa con el show hurgándose en el oído en busca de algún tesoro. Se ve que hubo premio, y ya sentado en mesa de nuevo, admira el hallazgo, lo manipula y lo lanza al ecosistema sin despeinarse. Un 'gentleman' en toda regla. El plató y la audiencia, a punto de vomitar la merienda.

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Kiko Hernández cara asco T5

Enrique Ponce rascándose el paquete y hurgándose en el oído T5

Ana Soria novia Enrique Ponce susto plaza EP

Todos menos el célebre Kiko Jiménez, novio de Sofia Suescún y habitual de las prospecciones en orificios corporales, que lo disculpaba: "los hombres se rascan". Afortunadamente, no todos lo hacemos así y, todavía menos esparciendo residuos orgánicos cuando y donde no toca. Esperamos, eso sí, que Ponce haya quedado aliviado del picor. Si no, que vaya al médico. Por cierto, Carmen Lomana: ¿algo que decir al respecto?