Espejo público tiene un problema: dedica muchas de sus 5 horas diarias a insultar a independentistas pero no entrevista nunca a ninguno. A Susanna Griso todavía le queda algo de periodista y días después de tener a Roger Torrent sienta en su plató a Ernest Maragall, alcaldable de ERC por Barcelona. Pero no le ha hecho los honores de la entrevista que abre el matinal de Antena 3, Un café con Susana, sino que lo ha relegado a la mesa final.Maragall ha soltado "Llevo esperando 2 horas a que me entrevisten".
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Griso esoge con quién toma cafés, mayoritariamente con Albert Rivera, que, curiosamente, ha pasado el mismo día que Maragall por el programa. En lugar de una conversación, al independentista le ha planteado una emboscada. Tres conocidos ultras para escudar a Griso: María Jamardo, (OK Diario), Graciano Palomo (El Confidencial) y Gonzalo Bans (Intereconomía). Maragall a sus 76 años se los ha comido a todos.
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Griso: "¿Han llevado demasiado lejos con sus reivindicaciones?". Maragall: "No, es exactamente al contrario". Griso: "¿Se ve responsable del auge de Vox?. Maragall: "Llevamos 10 años de movilizaciones sin altercados y sufrimos la extrema derecha". Jamardo: "Los CDR son violentos, ayer no había CDR?. Palomo: "Conteste sí o no". Maragall: "Contestaré lo que me parezca". Palomo: "Va a enmendar la playa, perdón la plana, a los teóricos del internacionalismo. Usted ha faltado a la derecha llamándoles Los trillizos de Aznar". Maragall: "Eso no es faltar".
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Griso tiene tantos pocos independentistas en el programa que no sabe cómo tratarlos y los arroja a las fieras. Pero esta vez, el cristiano ha devorado los leones.