A pesar de la dureza de la pandemia, los Reyes Magos tuvieron el mismo trabajo de cada año. Este año, quizás, el esfuerzo tenía que ser redoblado: la ilusión es más necesaria que nunca por culpa del maldito coronavirus. Por eso, en algunos casos, han adelantado trabajo y han dejado presentes valiosísimos a aquellos que más los necesitaban. Como por ejemplo, enviar a casa a enfermos ingresados en el hospital, luchando contra todo tipo de enfermedades que les están dando la lata. Uno de ellos es el querido periodista argentino y experto en tribunales, Ernesto Ekaizer, que últimamente vivía un calvario de salud. Saben muy bien lo que hacen, Sus Majestades.
Ekaizer enfermó por la covid en septiembre, las pasó canutas para superarlo después de más de 60 días muy duros, y cuando todo parecía ponerse en su sitio, un resfriado común complicó las cosas. Viaje de vuelta al hospital y una vez más a la lucha. El veterano comunicador, de 71 años, no ha perdido en ningún momento la alegría y las ganas de vivir, y su esfuerzo ha tenido recompensa. Horas antes de que los Reyes llegaran mágicamente a los hogares, lo sorprendieron en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid con un obsequio inmejorable: el alta médica y el permiso para volver a casa. Ekaizer era pura alegría y emoción, reflejada en sus redes sociales: "¡¡SALUD!! Gracias. Alta. Me acaban de entregar el neumólogo y la médica endocrinología el informe con alta. Ya he dejado el oxígeno. Ahora en casa sigo con corticoides para bajar la inflamación y sus efectos." Después del informe médico, ha querido agradecer las muestras de afecto y apoyo recibidas a lo largo de lo que nombró como fiestas 'covideñas': "Quiero deciros antes de bajar del hospital lo que ha significado vuestra larga solidaridad desde finales de septiembre. El cariño. Sentirse acompañado es impagable."
La pelea continúa, pero Sus Majestades han allanado el camino. Felicidades, maestro.