Este viernes tuvo lugar un evento muy especial para Kiko Matamoros y Marta López Álamo. La pareja formada por el periodista y la modelo contrajo matrimonio en la Basílica de San Miguel. Y como era de esperar, el lugar se llenó de socialités y periodistas, además de los curiosos que no querían perderse la ocasión de presenciar el revuelo que causó el evento.
Los nervios de la pareja se podía comprobar en sus rostros antes de entrar en el templo. Primero llegó Kiko. Lo hizo irrumpiendo en el lugar subido en un coche de lujo. La deuda que tiene con Hacienda no le ha impedido no reparar en gastos. E hizo acto de presencia junto a su hija Laura Matamoros, que ejerció de madrina. Ella subió las escaleras en primer lugar, seguida de su padre, de cuyo brazo acabó cogiéndose Laura antes de entrar en la basílica.
Bodorrio por todo lo alto
Marta López Álamo llegó un poco más tarde, luciendo un vestido espectacular que ha tenido muy buenas críticas. En su caso, llegó con su padre, que cumplió con el papel de padrino de la boda. Juntos avanzaron hacia el altar, donde esperaba el novio.
Tras la ceremonia y dar el “sí, quiero”, Kiko y Marta salieron algo más sonrientes que durante la entrada. Se notaba que habían logrado apaciguar los nervios previos. Y desde allí pusieron rumbo al restaurante donde tendría lugar la cena del convite. Esta se celebró en el Hotel Ritz de Madrid, donde disfrutaron de los mejores manjares.
Error ortográfico garrafal en el menú
Una cena de cuyo menú ha publicado una foto la periodista Maria Esnal en La Razón. Y en ella se percibe un error impropio de un lugar tan lujoso como el Hotel Ritz. Una imagen en la que queda claro que la ortografía no es lo suyo. Esperamos que dominen más la cocina.
Quienes redactaron el menú cometieron un error garrafal que ha sido el hazmerreír de España. Y es que tal y como se puede ver en la imagen, escribieron Ribera del Duero con ‘V’.