El caso Dani Alves es transversal, aparece a las páginas de sucesos, de deportes y de chismorreo. Portada de diarios serios como primer caso paradigmático de la nueva ley "Solo sí es sí" que lo llevará a la prisión por no haber obtenido el sí de la víctima para practicar sexo. Una cosa similar a lo que le pasará a Rubiales con el beso a Jennifer Hermoso pero con mucha más gravedad. Significativo que se den los dos casos en el mundo del deporte. Los diarios deportivos también van llenos y la prensa rosa sobre todo por la pareja de Alves, su segunda mujer, la modelo canaria Joana Sanz. Y ahora sale a la luz qué esconde el giro de la modelo en su actitud hacia Alves. Ha pasado de borrar todas las fotos con su marido a darle apoyo.
El ex abogado de Alves, Cristóbal Martell, un genio del Derecho penal, ya incluyó dentro de la estrategia de defensa que Alves para explicar sus cambios de versión que pusiera como excusa a Joana Sanz: quería ocultarle una infidelidad, tenía miedo reverencial a su mujer. Y ahora Joana sirve también para acreditar la atenuante de embriaguez: declaró en el juicio que cuando Alves llega a casa la noche de los hechos iba ebrio. Laura Fa ha querido hacer algunas precisiones a El Periódico. La más grave, acusar a Joana Sanz de falso testimonio, un delito. Eso lo sostiene otra fuente, el catalán Carlos Quílez que en el programa de Sonsoles Ónega de Antena 3 afirmó que Joana Sanz le había confesado que la noche de los hechos no estaba en Barcelona sino en Tenerife cuidando de su madre. Es muy grave. Están acusando a Joana de falso testimonio en un juicio. Alves puede mentir, los testigos no. Lo afirma Quílez según El Periódico. Será que le mintió a Quílez.
Laura Fa en El Periódico:"La intención de la tinerfeña, de 31 años, de cambiar su declaración. Pese a haber confesado a Carlos Quílez en 'Y ahora Sonsoles' que en el momento de los hechos ella se encontraba en su isla natal para estar al lado de su madre enferma, que después falleció. Joana Sanz decidió modificar su versión y ratificó ante el juez la versión de su todavía esposo: "iba muy borracho, olía a alcohol, iba dándose golpes con los muebles"o que no hablaron demasiado porque en el estado en el que estaba no era posible". La periodista catalana añade "Paró el divorcio porque le da pena, no porque quiera volver. No quería echar más leña al fuego en este delicado momento, tanto para el exjugador del FC Barcelona como para el matrimonio, por lo que decidió no seguir adelante con los trámites de separación. Nunca han vuelto a estar juntos, no han usado los vis-a-vis en la cárcel. Cuando haya sentencia Joana Sanz sí se divorciará. Las llamadas se han espaciado mucho en el tiempo y que las visitas de la modelo a la cárcel donde se encuentra recluso Alves ya no se producen con la misma asiduidad". ¿La razón? "Hay una parte de Joana que se quiere creer que él no lo ha hecho. Se cree la versión, a ratos, fue un shock oír a la víctima hablar de detalles íntimos de Alves que solo Joana Sanz podía conocer".
Laura Fa acaba reconociendo que, según le filtra el entorno de la modelo, Joana Sanz no está bien de dinero, que hace cositas de modelo pero podría acabar dejando la casa de Barcelona de Alves e instalarse en París: "Ha pedido un crédito para hacer frente a gastos de la casa, porque las cuentas de Alves están bloqueadas". Una relación turbia de la segunda víctima del presunto delito de Alves. La principal, una chica joven catalana, no lo superará fácil. Joana tiene un drama propio en casa y en su conciencia.