Espartac Peran es un tipo que vale mucho la pena. Buena gente hasta decir basta, talentoso ante y detrás de cámaras, lleva toda la vida siendo una de las personas más queridas por los espectadores catalanes, por su excelente tarea en TV3, presentando programas o dirigiéndolos (como el Atrapa'm si pots), pero también por su bondad, su juicio, su sentido común y sus siempre acertadas y necesarias reflexiones sobre lo que nos rodea. Hace poco, nos puso la carne de gallina hablando del acoso que sufrió por parte de una fan que quería alguna cosa más de él, y ahora nos ha conmovido en una conversación imprescindible con Sílvia Cóppulo en El divan de Catalunya Ràdio, por donde ha pasado este domingo.

Espartac ha estado un buen rato charlando sobre la vida, sobre su vida, y sobre la muerte, la única certeza, curiosamente, que tenemos en nuestras vidas. "Nos han hecho creer que la muerte es un tabú", dice él. Y a él, como muchos otros oyentes, la muerte le ha sido muy próxima, con algunas pérdidas que le han dejado un poso reflexivo y que vale mucho la pena escuchar. "Conozco a Espartac desde pequeño. Es una gran persona. Por eso te invito a escucharlo", dice Sílvia. "Y dice 'Quería hacer un libro para que la gente que ha tenido una pérdida se sienta acompañada'", dice la presentadora en referencia al invitado, un hombre que nos emocionó hace un tiempo con una lectura imprescindible, Tres desitjos abans de morir. De la mort, el dol i la vida, donde el de Mataró recuerda que "Mi madre nos había pedido tres cosas antes de morir. No pudimos cumplir ninguna" tal como se desprende de estas conversaciones, viajes, "mucha vida y amor para curar aquellas heridas que la muerte de nuestros queridos nos deja en la piel".

 

Y es que en casa de los Peran, "la muerte y el luto se sentaron con todos a la mesa. Crecí al lado de unos padres marcados por la muerte de su primer hijo. Era mi hermano mayor. No le pude conocer, no coincidimos en el tiempo, pero es como si lo conociera de toda la vida. La muerte nos ha ocupado muchos momentos y pensamientos. No esquivarla nos ha hecho aferrar con fuerza a la vida". Y más recientemente, El secret de la calaixera, un cuento para explicar la muerte a los más pequeños.

 

Ahora, en Catalunya Ràdio, ha hecho una reflexión necesaria a raíz de una de las frases más repetidas con respecto a las personas: "No hay nada peor que la muerte de un hijo," una frase que "la tenemos todos clara". Él avisa: "Sí, pero vayamos con cuidado". Y lo dice él, "que sé de lo que hablo, porque he vivido toda la vida con unos padres que han perdido un hijo". Peran pide que "esta frase no nos sirva para dar menos valor a otras muertes". Y se explica: "Se te ha muerto el marido... 'Bueno, Sílvia, suerte que no se te ha muerto un hijo'... No hagamos estas comparativas", pide, "porque a ti ahora no se te ha muerto un hijo, se te ha muerto la pareja, y lo amabas mucho, y ahora necesitas que te abracen este luto. Por lo tanto, no comparemos. El mundo de las muertes más vale no compararlo, los lutos más vale no compararlos".

Y aquí tienen el resto de la magnífica conversación: