Villa Meona es quizás una de las casas más espectaculares de España, y pertenece a Isabel Preysler, la reina de corazones que ha conquistado cada pared de su casa para darle su estilo propio, y un toque moderno sin dejar de lado lo clásico. La socialité vive muy bien y cuesta pensar que antes vivía en dicha casa Mario Vargas Llosa, no se ve como el tipo de casa en el que viviría el premio Nobel, pero aún así sigue siendo una casa impresionante. Como hemos dicho, quizás sea de las más espectaculares del país, y con solo mencionar uno de los detalles que tiene, ya te podrás hacer una idea de esto: tiene dos piscinas. 

La casa de Isabel Preysler es lujo total mire por donde se mire

Aunque Isabel Preysler no ha enseñado su casa, Tamara Falcó sí que lo ha hecho. Con 1,5 millones de seguidores en Instagram, la hija de la reina de corazones se ha tomado varias fotos en casi todos los rincones de la casa. Podemos ver como hay salones con grandes ventanas que bañan con luz todos los muebles, y también otras habitaciones más reservadas. Sin embargo, en toda la villa podemos ver un estilo algo campestre acompañado de lo moderno y lo clásico al mismo tiempo. Hablar de Villa Meona nos podría tomar mucho tiempo, ya que es una estancia bastante espaciosa. De esto nos podemos dar cuenta si analizamos las piscinas que tiene la socialité en su casa. 

Las piscinas que tiene Isabel Preysler en su casa

No es que las tenga juntas en el patio o que ambas estén cerca. Cada piscina se encuentra en una zona distinta de la casa, y ocupan un espacio bastante considerable. La primera se trata de una piscina bajo techo, una piscina climatizada que se ve fenomenal y que tiene muebles a su alrededor para que cualquiera se relaje. Se puede bañar en esta piscina, pero lo más usual es bañarse en la otra piscina. 

¿Qué tiene la otra piscina de la casa de Isabel Preysler? Pues que esta se encuentra al aire libre, como suele ser común. Es una piscina muy espaciosa que está acompañada por el verde del césped, y por una vegetación extensa en uno de sus extremos. Vale la pena relajarse en ella, aunque la que se encuentra en el interior es una piscina ideal para cualquier día, bien sea que haga mucho sol o que esté lloviendo. Ambas son impresionantes, y nos hacen pensar lo mucho que ha de costar la propiedad de Isabel Preysler. La que expareka de Mario Vargas Llosa de seguro se gasta un buen dinero en el mantenimiento de dicha casa, sobre todo por las piscinas y por todo lo que conlleva mantener una casa tan grande. Eso sí, no se puede negar que Villa Meona es una propiedad fascinante.