Justo después de que la Guardia Civil detenía a nueve personas ligadas a los CDR en Sabadell, Mollet y Cerdanyola del Vallès por sospechas de terrorismo, en Espejo público prestaban atención no sólo a esta información, sino a otras relacionadas con Catalunya y su relación con España. Primero, incidiendo en el momento en que un Mosso d'Esquadra abandonaba el podio de un campeonato de policías al oír el himno español. Y después, entrevistando a un "catalán exiliado en Cádiz" tal y como informaban con un letrero no sólo exagerado y pasado de rosca, sino además, de una tendenciosidad que echaba para atrás.
¿Su nombre? José Luis Granados. Un hombre de Barcelona que explicó al programa que hace dos años tuvo que exiliarse en tierras andaluzas por culpa del procés, la discriminación por hablar en castellano y una evidente dificultad (decía) para encontrar un trabajo a causa de su escaso nivel de la lengua catalana. El hombre aseguraba delante de las cámaras que estuvo bastante tiempo en paro por culpa del conflicto que decía vivir en Catalunya y que incluso lo echaron de un trabajo de teleoperador por su bajo nivel de catalán. Demasiado tentador para Griso y compañía como para no prestar atención y darle categoría de tema susceptible de ser tratado en su programa. Un "infierno" según él: “Este hecho mío es una gota de agua en el océano para lo que están sufriendo muchos catalanes que no desean la independencia, son marcados, agredidos y boicoteados”. Dice que ha recibido “coacciones, represión e incluso odio” en Santpedor, tierra de Pep Guardiola, y amenazas de los Mossos d'Esquadra "por exigirles que cumplieran con el mandato judicial" durante el procés.
Dice que el exilio en Cádiz era necesario "Para preservar la integridad física y psíquica de mi familia y, sobre todo, del niño (que sufre austismo), decidimos marcharnos el 15 de noviembre de 2017. Nos marchamos con un camión, lleno con todos nuestros enseres personales, camino de El Puerto de Santa María. Conozco casos de personas que se han marchado de Cataluña por estar amenazados de muerte y nadie nos escucha”. Catalunya, tierra de gente que amenaza, incluso familias con niños autistas, por el procés.... Y en Espejo público, dando crédito y cabida... Todo en orden...
El problema no es del hombre. Es del programa que le da un minuto de gloria.