"Espejo Público" nos ha ofrecido una macabra lección de lo que no se tiene que hacer en nombre del periodismo. Una lección que ha sufrido una familia devastada: José y Victoria, el padre y la madre de Julen. No tuvieron bastante con el seguimiento (tenebroso en muchas ocasionas) que hizo de la desgracia de esta familia de Totalán, Málaga. Faltaba la guinda, en forma de entrevista exclusiva.

Atresmedia

La imagen de la pareja, física y mentalmente destrozada, ya hacía prever lo que estaba a punto de pasar. El arranque era demoledora: "Estamos intentado sobrevivir", entre silencios, miradas perdidas, rupturas y un sinfín de monosílabos para responder con dificultad a las preguntas de Susanna Griso y sus colaboradores. "¿Quién hace el fuego de la paella?","¿cómo os organizábais para cocinar?","¿qué recuerdas de aquel día en el que Julen cae por el pozo"?, "¿y del rescate"?. Todas ellas obtienen negativas por parte de José: "No queremos entrar a recordar aquel momento. Está todo en la declaración. Intentamos no recordar." Suficiente para cualquier persona con criterio y sentimientos: Aquella pareja no estaba en condiciones de hacer esa entrevista.

Él intentaba mantener la entereza, mientras que su mujer, Vicky, era la pura imagen de la tragedia. Y sus breves respuestas indicaban que aquello tenía que acabar. Pero no. Le sonsacan titulares como "echo de menos la rutina con mi hijo, no quiero volver al campo ni comer paella". Su marido (que le coge de la mano para reconfortarla) quiere acabar con el bombardeo: "Disculpad pero ella no puede hablar, le cuesta mucho. A mí me cuesta, imaginad a ella". Griso insiste: "¿A qué te agarras?, ¿qué representa José para ti"? Victoria está colapsada, no puede hablar. Sin embargo el programa consigue su objetivo: "Mí corazón me dijo que lo había perdido cuando dejé de oirle llorar" y "prometí dar un hermanito a Julen, lo estoy buscando, pero ahora mismo no estoy embarazada". Victoria y José ya perdieron otro hijo.

Dos titulares bien amarillos, después que los padres del niño evitaran con pesar preguntas de Nacho García Abad sobre la situación judicial del caso, de la relación con su primo (propietario de la finca) o todavía más flagrante, sobre quién piensan que es el culpable de perder Julen. "¿Desde tú corazón, quién es culpable"? "No lo sé. Para eso está la justicia. No te puedes dejar llevar por los sentimientos, y los nuestros están rotos."

Por último, el acoso mediático y la respuesta popular durante el rescate también ha estado presente. Los agradecimientos han sido la tónica, pero también los reproches a las informaciones maliciosas, a la presión de los medios, a la presencia de políticos, a los expertos que salían como setas. "Gracias a España, pero siempre hay tontos que dicen tonterías". Segundos de silencio en plató. Quizá la conciencia de más de uno estaba retorciéndose por el escarnio que acababan de perpetrar.