En las españas son especialistas en ser más papistas que el Papa. Que, traducido en clave monárquica, vendría a ser que es un país de palmeros y pelotas donde hay más borbónicos que los mismos Borbones. Es francamente incomprensible la admiración y vasallaje que despiertan los monarcas españoles en muchos ciudadanos, justificados en la milonga de que mantienen unida la nación y bla, bla, bla. Unos tipos que viven a cuerpo de rey, y nunca mejor dicho, en pleno año 2022, gracias a la pasta de los ciudadanos, como si estuviéramos todavía en plena Edad Media. Escondiéndose en la campechanía, el rey Juan Carlos ha ido llenándose los bolsillos y ha tenido comportamiento miserables e impropios. Pero aquí no ha pasado nada. Sigue teniendo una legión que le ríen las gracias. Igual que Felipe VI, que disimula mejor que su padre, y así consigue que digan qué guapo que es, qué bien que lo hace y cómo de preparao está.
Esta mañana, tocaba vestido a medida hecho en el programa Espejo público. Analizaban la última presencia real en Oviedo con motivo de la entrega de los Premios Princesa de Asturias presididos por la heredera y por el rey. De Leonor, la colaboradora Carmen Lomana ha querido saber, "ya que tú, Susanna, eres catalana... ¿es cierto que habla fantásticamente bien el catalán? Porque yo eso lo admiro mucho". Y Susanna Griso reconoce que sí, que "muy bien, muy bien, muy bien. De verdad que es llamativo cómo lo habla tan bien. Siempre se dice: 'no, es que tiene una buena maestra'... Seguro que la reina lo es, pero no es catalana, y ha buscado a alguien que le enseñe el acento, y cómo pronunciarlo". Hablando de lenguas, Lomana alucina de cómo un día Letizia dijo unas palabras en alemán. No es la única impresionada. La misma presentadora y otro de los colaboradores, Francisco Marhuenda, también han destacado las habilidades lingüísticas de la familia real... Y no sólo eso.
El director de La Razón, sin embargo, ha verbalizado otra virtud de los Borbones, más allá de las facilidades o dedicación para los idiomas que dicen que tiene tanto Felipe, como su mujer, como sus hijas. Una virtud que ha provocado vergüenza ajena en muchos espectadores al oírlo, y más, después de abonarse la misma Susanna Griso. Griso, por cierto, que recordemos que tiene hilo directo con según qué Borbones y que a la mínima que puede, se llena la boca hablando de ellos. No hace mucho, en El Hormiguero, reconoció que "Intercambiamos mensajes de vez en cuando. Odia que le llamen emérito, no le gusta nada, hay que llamarlo rey Juan Carlos", hablando del padre de Felipe. Un Felipe que, atención a las palabras de Marhuenda, tiene un trabajo complicado...: "El oficio de rey se difícil, ¿eh? No somos conscientes de lo que significa estar horas y horas y horas ahí de pie, expuesto, cometiendo errores, tienes que saber muchos idiomas...". Pobrecito Felipe, que tiene que aguantar horas y horas de pie, recibiendo saludos y genuflexiones de todo quisqui... La poca vergüenza de Marhuenda (y Griso) no acaba aquí.
Marhuenda, tal como recoge el excelente analista televisivo Sebas Maspons en un fragmento del programa de esta mañana, continúa con el peloteo a Felipe diciendo que "a mi lo que siempre me ha fascinado es que se acuerden de los nombres"... "A mí me pasa igual. De los tuyos y de los de tus hijos, que eso tiene más mérito todavía", se apunta Griso. El periodista sigue: "Yo, la primera vez que don Juan Carlos me dijo: 'Hola, Paco', dije: '¿¿Cómo es que se puede acordar de mi nombre?? Se disciplinan". "Se repasan fichas", se oye decir a Griso... Ni que 'Paco' fuera un nombre tan difícil de recordar... Ni que los monarcas españoles tengan una cantidad de trabajo de miedo como para no saber cuatro nombres mal contados... Sin tener en cuenta, ni Griso ni Marhuenda, que lo más probable es que antes de ir a un acto, su legión de trabajadores a su servicio les recuerden cuál es el nombre de fulanito o de menganito, antes de dirigirse a ellos...
#PacoMarhuenda y lo que trabaja el rey pic.twitter.com/COA7BPx9bh
— TVMASPI (@sebas_maspons) October 31, 2022
Es lamentable hasta donde puede llegar el servilismo... Marhuenda y Griso deben pensar que ya está justificado toda la vida de lujo que tienen a cambio de que se sepan cuatro nombres de pila... Así es España.