En los pasillos de Antena 3 deben ir sobreexcitados. No sólo por la vengativa sentencia a los presos, condenándolos a casi 100 años, sino también por las manifestaciones, cargas policiales y disturbios nocturnos por las calles de las principales ciudades catalanas. Y en Espejo público se frotan las manos especialmente. El programa de la Griso se ha recreado con la señora que enseñaba burlona una bandera española y recibió un sopapo. O con una turista que estaba atrapada en el aeropuerto. Y de la 'violencia en Catalunya', están haciendo bandera durante unos días. Y ellos encantados. Pero el ridículo que han hecho este miércoles ilustrando el clima prebélico ha sido de los que hacen época.
Mira que lo tenían fácil poniendo en bucle cualquiera de las imágenes de contenedores quemando, el fuego de las calles del Eixample o alguna de las cargas de los policías a los manifestantes. Les hubiera servido para seguir alimentando sus tesis apocalípticas para decir que Catalunya es zona de guerra. Sólo tenían que poner las bicicletas quemando detrás de la cara de la Griso todo el rato y el unionismo más hiperventilado hubiera orgasmado.
Pero se les ha ido de las manos. En la sala de realización los encargados de poner los textos sobreimpresionados y los de escoger las imágenes han patinado de mala manera. Conectando con Girona, donde había una de las marchas para la libertad, hablaban de 'La violencia del procés'. ¿Y qué imagen terriblemente violenta veían los espectadores mientras tanto? Los de unas mujeres que caminaban de manera pacífica y sonriente. Terroríficas. Fíjense en sus caras. Más malvadas que el Joker, Jack el Destripador y Satanás juntos... Como diría el gran Chiquito de la Calzada: 'tienen más peligro que una piraña en un bidé'. Pero los que son peligrosos no son las mujeres que andaban por Girona, sino programas sesgados como Espejo público, mucho más nocivos que las pirañas de Chiquito. La mofa (y los zascas) por parte de los espectadores y la red, iban que volaban: