Tamara Falcó, la marquesa de Griñón y una de las figuras más mediáticas de la jet set española, parece haber tenido un golpe de suerte al no formalizar su relación con Luis Medina, el hijo de Naty Abascal. En su momento, Luis fue el candidato predilecto de Isabel Preysler para convertirse en su yerno. Sin embargo, ahora el nombre de Medina está lejos de relacionarse con cuentos de hadas: enfrenta un juicio por presunta estafa en el “caso de las mascarillas”, con una solicitud de la Fiscalía Anticorrupción de nueve años de prisión.

El escándalo, que surgió durante la pandemia de COVID-19, apunta a que Medina y su socio, Alberto Luceño, habrían inflado precios y falsificado documentos para lucrarse con la venta de material sanitario al Ayuntamiento de Madrid. Una trama que no solo sacudió los titulares, sino que puso en entredicho la honorabilidad de varias figuras relacionadas con el caso. Mientras tanto, Medina se muestra tranquilo y asegura que la acusación no es una sentencia definitiva, intentando disipar el humo de la polémica.

El juicio que pondrá a Luis Medina en el banquillo de los acusados

El juicio por el llamado "caso mascarillas" se celebrará en febrero de 2025, marcando un capítulo clave en la vida de Luis Medina. Enfrentará cargos por estafa agravada y falsificación de documentos mercantiles. Además, la Fiscalía exige que tanto Medina como su socio indemnicen con casi 8 millones de euros a la Empresa Municipal de Servicios Funerarios de Madrid, una cifra que evidencia la magnitud del escándalo. Las sesiones judiciales prometen ser un espectáculo mediático, con la presencia de los magistrados de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid liderados por Ángela Acevedo. Serán ocho días de juicio que definirán no solo el futuro de Medina, sino también su reputación como empresario y figura pública.

Tamara y su suerte en el amor: ¿mejor Íñigo Onieva que Luis Medina?

Por otro lado, para Isabel Preysler, siempre ha sido crucial elegir parejas que no solo complementen a sus hijos, sino que también refuercen la imagen de su familia. Con Luis Medina, parecía haber encontrado al "candidato perfecto": de buena familia, atractivo y con conexiones en la alta sociedad. Pero la relación con Tamara nunca prosperó, algo que, visto en retrospectiva, parece más un alivio que una pérdida.

Hoy, Tamara Falcó está casada con Íñigo Onieva, un empresario cuyo historial amoroso no ha estado exento de escándalos, incluida una infidelidad pública que casi arruina su compromiso. Sin embargo, en comparación con el drama judicial de Luis Medina, Íñigo parece ser una elección mucho más “segura”. ¿Acaso el destino intervino para salvar a Tamara de un desastre mediático de proporciones mayores? Todo parece indicar que sí. Y es que, aunque Íñigo no es precisamente un santo, Tamara Falcó puede respirar aliviada al saber que su vínculo con Luis Medina quedó en el pasado. Así que, mientras el hijo de Naty Abascal enfrenta la posibilidad de pasar años en prisión, la marquesa de Griñón sigue disfrutando de su vida de recién casada, aunque bajo la constante mirada crítica del público.