Si algo caracteriza a Belén Esteban es su franqueza. Es la razón por la que ha llegado a su posición actual, por no tener impedimentos a la hora de hablar y contar las cosas como son. Por eso no ha sido una gran sorpresa que haya mostrado un lado tan personal y vulnerable de sí misma durante una entrevista con el medio Bebloomers a través de Instagram. Fue así como reveló, entre tantas cosas, la realidad de sus operaciones estéticas y cómo le ayudaron a aumentar su autoestima.
Las operaciones y poder mirarse al espejo y sentirse satisfecha son parte importante del avance interno que ha tenido Belén Esteban. Pero eso no lo es todo. Reconoció que en un punto de su vida tuvo que buscar asesoramiento psicológico. Al ser un personaje público, hay muchos comentarios desafortunados que terminan haciendo mucho daño. La terapia le cambió la vida, porque es una persona impulsiva y emocional. Actualmente, intenta sobrellevar las situaciones y está en un proceso de aprendizaje que la está ayudando. Su manera de ser, su manera de decir las cosas y su “atrevimiento” son bastante conocidos. Por lo que está tratando de actuar con prudencia y elegir bien sus batallas. El otro aspecto de gran relevancia en su vida es la transformación física que, de una u otra manera, también le sirvió.
Todas las cirugías de Belén Esteban
Belén ha pasado por el quirófano en varias oportunidades, a pesar de que al principio tenía reticencias. “No me gustaba absolutamente nada, pero claro, hasta que empecé. Llevo puesto el pecho, que para mí es la mejor operación que me hice. Me operé la nariz y me quité las bolsas de los ojos”, reveló. Así como aseguró que gracias a estas cirugías, “mi autoestima ha mejorado. Yo me ponía un bikini y no tenía pecho, y ahora me pongo unos bikinis que me los pongo hasta de triángulo”, apuntó. La primera vez que tuvo una intervención fue en 2001, cuando se sometió a una mamoplastia con la finalidad de sumar dos tallas de sujetador. Sin embargo, 11 años después volvió a pasar por el quirófano. En esa ocasión para sustituir las prótesis mamarias defectuosas y realzar nuevamente su busto.
Lo mismo sucedió con la rinoplastia que se hizo en 2009. El doctor Manuel Tafalla, de la Clínica Menorca de Madrid, detalló a Diez Minutos que su operación previa había sido una reconstrucción en la que habían utilizado injertos de las costillas. No obstante, los injertos se habían descolocado y presentó problemas en los años siguientes. Su segunda intervención de nariz fue para reparar las secuelas de la operación anterior.
La primera vez que ‘la princesa del pueblo’ decidió hacerse un cambio estético tendría 28 años. Por lo que, de acuerdo a su experiencia, hablaba de cuál sería la edad más adecuada. “Una niña de 18 años que tenga algún complejo, yo entiendo que se quiera operar, pero creo que todavía es muy joven”, decía. Opinó que es una decisión que respeta incluso a esa edad, aunque ella aconseja esperar y ser prudente. ¿Belén Esteban volverá a recurrir al bisturí? Si es así, lo sabremos.