TV3 es una una ventana, un lugar donde centenares de miles de catalanes se encuentran cada día para informarse, reír y también llorar. Es como la vida, también para sus trabajadores. EN Blau hace siete años que es el who is who de los famosos catalanes y TV3 es el lugar de encuentro del mayor número de famosos del star system: presentadores, periodistas, humoristas, comentaristas, tertulianos, actores... Todos se encuentran cada día en TV3, su lugar de trabajo, y muchos se enamoran. EN Blau ha dado en exclusiva cómo se creaban parejas, como Jordi Gil y Patrícia Centeno, cómo se casaban otros, como los reporteros del TN Carla Riverola y Aitor Álvarez, cómo tenían hijos de manera natural, adopción o vientre de alquiler, como Eloi Cordomí y su marido médico rural, Xavi... Pero no todo son buenas noticias en el ámbito personal. A veces el amor se acaba y las parejas se rompen. El drama llega cuando pasa con criaturas pequeñas. Es el caso de una pareja que se enamoraron en TV3, haciendo el culebrón La Riera: su creador, el dramaturgo David Plana y una de las actrices más queridas, Estel Solé.
Estel Solé tiene 37 años y David Plana tiene 54 años. Ahora tienen que aprender a vivir sin pareja y con dos criaturas. La hija pequeña tiene 4 años y el mayor tiene 8 años. El matrimonio ha acabado. Divorcio traumático, como cualquiera pero con chicos pequeños todavía más. Lo ha explicado la misma actriz y escritora en un artículo en el suplemento de padres y madres con hijos del diario Ara. Estel Solé no solo tiene mucha fuerza y telegenia interpretando otros papeles sino haciendo de ella misma, como tertuliana y opinadora. Llegó a ser una de las firmas de prestigio final de Tot es mou como Cuní, Rahola o Jaume Barberà. Ha sido una tertuliana imprescindible del programa de Xavier Sardà de TVE: le lanzó al monárquico Màrius Carol que el rey ha robado a manos llenas. Y últimamente la hemos visto en el Planta baixa de TV3. Se define como actriz y escritora y escribe un artículo muy doloroso de leer.
Estel Solé: "Ahora soy una madre divorciada y mi familia ha mudado de piel, se ha reinventado. Nadie te prepara para un divorcio. Cuando te divorcias, lo primero que piensas es: ¿qué pasará con nuestras criaturas? ¿Cómo se lo diremos? ¿Cómo se lo tomarán? La tristeza es un pantano enlodado que se te traga (...) alargar un matrimonio solo para no desdibujar la familia y para hacer felices a los hijos es un error. Todo vuela por los aires: el amor, la seguridad, la logística familiar, la fortaleza, la ilusión, el hogar... Estás devastada, pero no puedes ser madre, porque no te sientes ni persona. La culpa que te acompaña desde el día que pariste al primer hijo se hace grande como el monstruo de la peor pesadilla de tus criaturas. Hay días que les das permiso para mirar la tele, saltándote todos tus preceptos educativos, solo para tener cinco minutos para encerrarte a llorar a escondidas en la habitación. Aprendes a combatir el dolor de no verlos durante demasiados días, aprendes a hacer torniquetes emocionales para no desmontarte ante ellos, pero al mismo tiempo te permites ser vulnerable y les dices "Hoy mamá está triste". Un artículo generoso, curativo, imprescindible. Grandiosa Estel Solé.