Seis ligas, seis, que se dice pronto. El Barça ha vuelto a demostrar que es el mejor club del mundo consiguiendo un nuevo éxito sin precedentes en el mundo. Hace tiempo ya se proclamó campeón de Liga, el mismo año, gracias a los éxitos de sus cuatro secciones profesionales, pero este 2023 se ha superado siendo campeón en las seis secciones profesionales como son el fútbol masculino, el fútbol femenino, el baloncesto, el hockey sobre patines, el balonmano y la última, el fútbol sala. El viernes, los jugadores entrenados por Jesús Velasco conseguían proclamarse campeones por la vía rápida, barriendo 3 a 0 su rival en la pista, el Jaén. Después de las dos primeras victorias en el Palau, el viernes hicieron una remontada increíble en el Olivo Arena y después de perder 2 a 0 al descanso, se impusieron por 2 a 5, y una nueva liga al saco, y la sexta este año sumando todas las secciones. La euforia de los Ferrao, Pito, Catela, Adolfo y compañía en el momento que el capitán Dyego alzaba el trofeo era comprensible.
Imágenes de euforia, de alegría desbordante, de vestuario unido y ganador, de cava y cerveza regando a los jugadores, de éxtasis total. Imágenes que hemos ido viendo las últimas semanas en los vestuarios dirigidos por Xavi Hernández, Jonatan Giráldez, Sarunas Jasikevicius, Antonio Carlos Ortega y Edu Castro.
Celebraciones de cada una de las secciones triunfantes, y celebración conjunta en forma de publicación. El Barça, una vez se certificó la victoria del fútbol sala, publicó un tuit explícito con imágenes de los seis trofeos de Liga en brazos de los seis capitanes: Sergio Busquets, Alexia Putellas, Nikola Mirotic, Gonzalo Pérez de Vargas, Sergio Panadero y Dyego. Aparte de sus caras y de los trofeos, otro detalle ha llamado la atención: las diferentes esteladas que se ven en la imagen:
Evidentemente, ha sido ver tanta estelada en la felicitación culé que la caverna y los catalanófobos antiindepes han saltado a la yugular en cero coma. Insultos y rabia nada disimulada. Claro está que también ha habido quien todavía hubiera sido más explícito:
Dos piedras. El próximo año, más.