David Bisbal es el único concursante de OT que ha logrado una prometedora carrera en el mundo de la música. Hace unos años celebró sus 20 años en el mundo de la música. Ha triunfado tanto a nivel nacional como internacional. Algunos de sus compañeros tuvieron que buscarse otra salida en la televisión, mientras que el resto están completamente desaparecidos. Y es que hay muchos concursantes del mencionado formato que no han podido dedicarse a sus sueños. Y no son los únicos.

No siempre ser ganador o ganadora o finalista de estos concursantes te garantiza una prometedora carrera. Si nos vamos hasta 2003, año en el que se emitió la tercera edición del formato, nos encontramos con Ramón del Castillo. Llegó al concurso muy ilusionado con tan solo 18 años y se quedó a las puertas de alcanzar el éxito. A pesar de ello Ramón participó en Eurovisión 2004. El joven cantante quedó en décima posición en aquella época. Su canción se mantuvo hasta nueve semanas en la lista de éxitos.

Ramón Castillo

De la música a la hostelería 

Ramón Castillo inició una gira por todas las ciudades de España y dos años más tarde estrenó disco. Sin embargo, en aquella época empezó su declive profesional. En 2010 se rindió y abandonó la industria. Su vida dio un giro de 180 grados. "Decidí parar porque me mandaron a Eurovisión con una canción que no era mía, aunque le tengo mucho cariño porque me aportó muchísimo. Fue un pasaporte para viajar, pero no me sentía identificado con ella. La gente que manejaba mi carrera en aquel momento basó mi carrera en aquella canción. (...) Después de unos años, me fui cansando y me dije: '¿Qué hago aquí?'", explicó en noviembre de 2022 en la revista ¡HOLA!

Ramón siempre echó la culpa a su representante de su poco éxito profesional en la música. Se centró en sus estudios, estudió Producción Audiovisual. Esta nueva aventura lo llevó a vivir una larga temporada en Noruega. Allí, encontró un trabajo estable en una productora, Seefood TV. "Esto es otro mundo. Para que te hagas a la idea, en un puesto como el mío ganas de 2.500 a 4.000 euros. Ya entiendo más o menos el noruego y hablo algo. Me especialicé como asistente de cámara y hago de todo: preparo el set, cambio focos, gestiono localizaciones...", reconoció

Unos años más tarde, en su vuelto a España vio la oportunidad en el mundo de la hostelería. En 2020, en plena pandemia, abrió su propio restaurante, Surkos. "Siempre había tenido la inquietud de mi propio negocio y encontramos este local, que es precioso y tiene mucho encanto, al borde del mar. Lo que no esperábamos es que nos íbamos a encontrar con una pandemia mundial y una crisis de la que no sabemos cuándo podremos salir... Si es que salimos, pero estamos muy contentos porque nos va realmente bien", aseguró para la citada revista del corazón.