Se ha convertido en una de las voces más afiladas del estado contra el atropello del proyecto político independentista: la del programa 'En Jake' de la televisión pública vasca. El espacio de análisis político se ha instalado físicamente en Barcelona durante la crucial jornada de la lectura de la sentencia de los presos políticos del procés, condenados con severidad por el tribunal Supremo. Los vascos (o gran parte de los vascos) lo tienen claro y no esconden la realidad, como hace la inefable Ana Rosa Quintana, que nunca podrá ni soñar con ser una profesional como Xabier Lapitz, el conductor de ETB: las condenas son muy elevadas, generan enorme frustración e impotencia en la ciudadanía, y dejan un futuro que "no augura nada bueno, es un gran error".

En Jake Barcelona ETB

"Una barbaridad escandalosa", han dicho otros tertulianos del programa, indignados con una resolución judicial aireada por el tribunal durante el fin de semana y que hablaba de una condena rebajada. El típico estilo 'perdonavidas' del estado español, que ha elaborado un relato "cogido con algodones" (defendido por un unionista en plató, que hablaba de sentencia suave y ejemplar) y del que según Salvador Cardús, invitado al programa, "se arrepentirán".

Xabier Lapitz en Barcelona En Jake ETB

El espacio de ETB2 sigue muy de cerca las movilizaciones en las calles de la capital catalana sin perder de vista las principales reacciones a la sentencia, que van cayendo como fruta madura. Eso sí, En Jake no se queda nunca a medias, y le llaman "al pan pan, y al vino vino".