El españolismo constitucional y monárquico ha alcanzado el grado de desfachatez más absoluto. Felipe "renunciando" a la fortuna que le corresponderá en herencia como acto de constricción por los pecados y corruptelas del padre Juan Carlos es una jugada tramposa y de cara la galería, sí, pero hacerlo en medio de la grave situación provocada por el coronavirus es un insulto a la inteligencia de dimensiones inimaginables. Una indecencia ovacionada por los palmeros de PP, Cs, VOX y PSOE (con el silencio cómplice de Unidas Podemos), que hacen la ola al Rey de España, como si fuera un pobre infeliz que "pasaba por allí", y que no ha tenido más remedio que mover ficha ante el tsunami que amenaza los cimientos del régimen heredero del franquismo.

Felipe y Juan Carlos GTRES

Las teles españolas pasan de puntillas por el escándalo como pueden. La táctica es conocida: Felipe bueno, Juan Caros malo. Una 'milonga' impúdica. En TV3 tampoco se oye el rechazo contra la maniobra, al menos no como en ETB, la única cadena con la valentía suficiente para rebelarse. El programa 'En Jake' no está para romances, y dedica buena parte de su tiempo a vapulear a la Corona. Su presentador, Xabier Lapitz, lo expresó con contundencia y claridad meridiana nada más al saberse la noticia del repentino "repudio" del hijo sobre el padre,  aprovechando el estado de alarma, el confinamiento y la psicosis por la pandemia: "Hay que ser muy sinvergüenza para elegir un momento de estado de alarma para sacar este comunicado. De tal palo, tal astilla"

Xabier Lapitz ETB

ETB

"Atado y bien atado", capítulo segundo. Nos toman por burros. Ya es suficiente.