Un minuto es más que suficiente para poner a cada uno en el lugar que le corresponde. Al menos, este es el tiempo que necesita el periodista y presentador vasco Xabier Lapitz para escribir el epitafio perfecto a un dictador infame como Francisco Franco. 60 segundos que retratan, resumen y sentencian una época, una familia, un gobierno, un acto y un cuerpo de orden público como la Guardia Civil. Las imágenes y los sonidos de lo que se ha vivido entre el Valle de los Caidos y el cementerio de Mingorrubio-El Pardo han sido demasiado para la tele vasca, que acostumbra a llamar a las cosas por su nombre. Y hoy no encontraba ninguna explicación a la permisividad del gobierno Sánchez con los descendientes de un asesino de estado: "Estos señores on unos ladrones. Ladrones de expolio y patrimonio público. Lo han robado. Y claro, es que se vienen arriba".
Lapitz estaba indignado y no se ha escondido. Especialmente al ver fotos como la del nieto del dictador, Francis Franco "paseándose y chuleándose con una bandera preconstitucional". Un personaje, Francis, que pertenece a una estirpe de expoliadores: "Estos tienen un montón de edificios en Madrid, parkings, etcétera. Tienen por supuesto el Pazo de Meirás. Es que tienen obras de arte que han ido saqueando. ¡Y nadie les ha metido mano!". Se puede decir más alto, pero imposible hacerlo con más contundencia. Aunque todavía quedaba el remate final, dedicado a la benemérita, un cuerpo imbuido por el espíritu facha.
"¿Y dónde está el guardia civil Pérez de los Cobos para decir: ¿esto no se puede hacer, porque está prohibido por la Ley de Memoria Histórica? ¿Dónde están? Hoy, ¿dónde están? ¿Están todos en Catalunya?" Piensa mal y acertarás, querido Xabier.