La gran final de Eurovisión ya está casi aquí. No queda nada para que un catalán y una navarra, Alfred y Amaia, puedan proclamarse ganadores del Festival. Después de las dos semifinales se ha evidenciado que hay canciones de gran nivel, posicionándose entre los preferidos para llevarse la victoria. Si bien la romántica canción de la pareja española empezó con buenos pronósticos, parece que ahora van bajando más y más. De hecho, la última noticia ha empeorado todavía más el panorama y es que actuarán en segunda posición. Tradicionalmente las canciones del principio nunca han tenido demasiadas opciones, así que todo pinta bastante negro...

A esta situación hay que añadirle además que les rodea una nueva polémica. Mientras los medios ríen ante la espontaneidad y naturalidad de Amaia -demostrándose una vez más al pillarla haciendo un gran bostezo en directo- su novia no deja de liarla. Todo empezó con unas fotografías que le vieron en Instagram que evidenciaban su simpatía por el independentismo. Que los seguidores del certamen lo vieran en manifestaciones soberanistas no hizo nada de gracia, con lo que salió rápidamente a desmentir que estuviera a favor de esta ideología.

Pero del "yo no soy independentista" pasó a regalarle a Amaia un libro llamado "España de mierda"... Con eso, obviamente, se encendió de nuevo el odio hacia él, llegando hasta el extremo de criticarle que se llamara Alfred y no Alfredo.

A raíz de todo eso se creó una especie de complot que pedía no ver el certamen para evidenciar que estaban en contra del catalán. Un cabreo generalizado que ahora tiene un nuevo argumento. El joven parece que sigue sin darse cuenta de la repercusión que tendrán sus palabras, concediendo una entrevista a El Mundo en la que ha vuelto a hacer una declaración muy polémica.

En esta última ocasión todo ha venido por esta afirmación: "Cantaría en catalán, en euskera o en otro idioma que no fuera el español. Sería fantástico, muy bonito, una manera de mostrar la variedad de culturas que tiene España".

Seguramente intentaba quedar bien con todo el mundo, pero de estas palabras la gente sólo se ha quedado con el titular que preferiría cantar en catalán que en castellano. Un pensamiento muy legítimo pero que ha encendido todavía más los ánimos.