Gerard Piqué es un culo inquieto. Ex futbolista y hombre de negocios, creía que dejando al Barça dejaría de tomar aviones entre semana para volar a competiciones europeas. Y no. Ahora viaja más que cuando lo eliminaban de la Champions. Un jueves cualquiera, a mediados de mayo, EN Blau ha coincidido con él en un avión. Y no era un jet privado como el de Shakira, ni un vuelo en First class. Era un humilde trayecto de Vueling, una compañía low cost, que iba de Barcelona a Milán. No iba a ver la semifinal de la Champions entre los dos equipos de la ciudad. El Milan-Inter se jugó el miércoles. El vuelo era del jueves 11 de mayo sobre las diez y media de la mañana. Todo el pasaje revolucionado con Piqué "el octavo pasajero", lleno de catalanes que pasan un fin de semana largo en el norte de Italia y uno de los pasajeros, C.M., ha visto a un hombre alto, con gafas de sol y gorra dentro del avión. Imposible pasar desapercibido, nadie vuela así. Era Gerard Piqué y estas son las fotos exclusivas de EN Blau:
Piqué chaqueta tejana, cara de pocos amigos, auriculares blancos en las orejas para evitar tener que hablar con nadie. Sus dos metros son difíciles de meter dentro de los incómodos asientos de Vueling. Se levanta y coge la maleta. Una maleta customizada con su etiqueta personal: Ge. Pe. G. P., No son las iniciales de un insulto. Son las de Gerard Piqué. Esta es la maleta a cuadros negra y con cremallera, etiqueta GP.:
Y para acabar la exclusiva el vídeo: Gerard Piqué en movimiento recoge la maleta pasillo allá en aquel momento tenso donde todo el mundo se pone nervioso para salir rápido de la cabina y empezar las minivacaciones o los negocios milaneses. Piqué no va ni con servicio, ni con socios, ni en pareja. Sin Clara ni nadie de Kosmos que sea reconocible. Solo en Milán, la capital de la moda. quizás tenía una cita con alguna modelo como Bar Refaelli. Piqué se sabe los negocios, exportar la King's League a Italia. Recordamos que ha vendido los derechos televisivos a Telecinco y la capital de Mediaset, la sede de la central está en Milán, la casa de Silvio Berlusconi. Muy probablemente Piqué va para ampliar el negocio ahora que ha unido su suerte a la de Telecinco y el magnate italìà. Milán no es capital pero sí la sede del conglomerado televisivo de los más potentes del continente, Mediaset.. Dentro de la maleta alguna americana más elegante que esta indumentaria de turista que gasta a Piqué en el avión. Vídeo:
Un hombre calvo le pide un selfie inoportuno y Piqué acepta de mala gana. Parece pesado que en aquel momento donde todo el mundo quiere salir alguien le pida la foto y encima le quiere entregar un papelito que Piqué, desganado, ni se mira ni acepta. Ser Piqué también es eso: soportar espontáneos que se hacen los conocidos. Da pereza ser Piqué. Por eso mantiene una permanente cara de asco. Por eso y para tener que volar en low cost como una anchoa en lata en un avión lleno hasta los topes en una compañía que no da ni una bolsa de kikos. A Kosmos le falta mucho para disponer de jet privado. Ahora que se reúne con Berlusconi y los suyos, quizás si la King's League hace audiencia, será un éxito. De momento no demasiado, el primer día hizo un 3% de share en Cuatro, por debajo de la mala película que los precedía. A Piqué le falta mucho para ser Shakira. Otra exclusiva de EN Blau.