Carles Torras y Susanna Griso son expareja desde hace 3 años. Pero todavía pesan más los 23 años que estuvieron casados y los tres hijos que han subido: Jan, Mireia y Dorcette. Los dos primeros son mayores de edad pero la pequeña y adoptada todavía tiene 9 años. Ya es mayor para leer según qué cosas y esta mañana se habrá asustado si tiene Twitter. Está habiendo un alud de tuits contra la periodista catalana por el incidente con un micro abierto durante Espejo público. Después de conectar con una reportera, Griso cree que ya tiene el micro apagado y suelta con muy mal tono: "A ver ayudadme, a mí esta chica que no sé ni cómo se llama, no me interesa verla":

Susanna Griso Antena 3

Hay una parte de twiter que le tiene muchas ganas a Griso, por catalana, por anti-indepe o por clasista, y no dudan en criticarla por humillar, según ellos, a su reportera. El problema es que no es cierto, Griso está muy desafortunada, el tono que utiliza es prepotente, pero no se refiere a la reportera a la cual unos segundos antes ha mencionado por su nombre. Habla de otra chica de una conexión posterior. Carles Torras, su exmarido, sale a defenderla para evidenciar lo que él sabe como habitual tuitero: twitter es un lodazal.

Carles Torras TV3

Las críticas a Griso no se detienen por la aclaración ni por el tuit de su ex. La quieren matar mediáticamente, también por ser feminista:

Alfonso Rojo, ex de Ana Rosa, TVE

El último tuit es especialmente repugnante porque no es una opinión de tuitero, es el director de un digital, Alfonso Rojo, que es el exmarido de Ana Rosa Quintana y padre de su primer hijo. Sabe perfectamente que Griso no desprecia a la reportera y difunde la fake new. Cada final de temporada Rojo publica supuestas exclusivas sobre Griso que después son falsas, como cuando se despejó que Antena 3 echaría a Griso para poner a Vicente Vallés. Rojo es un sicario más de Ana Rosa, como Inda. La vergüenza es que lo hace a cara descubierta y difundiendo falsedades. Torras se ha sentido con la necesidad de dar la cara por su ex. Carles Torras elegante, Alfonso Rojo repugnante.