No hay que ser un fan acérrimo de la televisión para sentir como te invade la nostalgia cuando alguien referencia la primera edición de Operación Triunfo. El año 2001, la historia de la pantalla pequeña del Estado español cambiaba para siempre con la aparición en escena de un grupo de jóvenes ilusionados que poco tardaron en convertirse en estrellas mediáticas. Rosa López, David Bisbal, Bustamante o Chenoa son solo algunos de los ejemplos de éxito —a pesar de haber llevado caminos bastante diferenciados en la industria musical y del entretenimiento—, pero el resto de los concursantes de aquella temporada también son inexorablemente difíciles de olvidar.

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Operación Triunfo 2001. / RTVE

Es por eso que hace solo seis años que TVE los recuperaba para hacer un programa especial con el reencuentro de los dieciséis afortunados que entraron a la academia. Cuatro de ellos, catalanes. Mireia Montávez, Naím Thomas, el malogrado Àlex Casademunt y Gisela Lladó. Esta última ha hecho carrera en el teatro musical y poniendo voz a películas infantiles tan míticas como Peter Pan o Frozen. Siempre haciendo gala de una tiernísima proximidad con los niños que ahora, a la edad de 44, se verá todavía más acentuada. La del Bruc ha anunciado que, por fin, será madre.

Feliz por tan emocionante noticia, ha sido en la revista ¡Hola! que la cantante ha explicado su calvario personal para conseguir quedarse embarazada. Un proceso que ella y José Ángel Ortega, su pareja, han mantenido en secreto hasta este jueves 2 de noviembre, en el que ha sido a través de la publicación que buena parte de sus allegados se ha enterado de la nueva alegría en la familia. Proceso durísimo, sin embargo, que define como "una carrera de fondo" a la vez que "un logro y es la demostración de que hay que ser fuerte día a día". Y es que, aunque asegura que ha sido un viaje muy difícil en el ámbito emocional, y todavía "nadie me garantiza que vaya a salir bien", la intérprete de Vida está encantada de anunciar que, precisamente, está creando vida en su interior después de estar "buscando el embarazo unos cinco años".

"Lo intenté de manera natural, pero tuve dos abortos", relata exponiendo el porqué de haber apostado por un tratamiento de fecundación in vitro que ha tenido que retrasar por incontables casuísticas. "Vino la pandemia y el tema se alargó. Mi reserva ovárica no era la idónea", dice, añadiendo que "fue difícil. Tuve que hacer cinco estimulaciones, que eso también es un proceso de mucha hormona, muchos pinchazos (...). Solamente quedó un embrión viable, que es este que está ahora dando caña". A pesar de haber conseguido el primero de los objetivos, todavía han vivido algún susto inesperado. Al mes y medio "se produjo un desprendimiento del saco gestacional" y, como ella mismo admite, "fue un momento de crisis, colapsé (...) He tenido que estar dos veces en cama". 

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Gisela y José Ortega, su pareja. / Instagram

"Todavía me cuesta mirar ropita de bebé, me cuesta creérmelo", narra con la emoción propia de aquel traerá un bebé en el mundo muy pronto. Felicidades, pareja.