Recordarán los lectores que asistieron, allá por el año 2000, al estallido del fenómeno televisivo de 'Gran Hermano', que uno de los lemas para enganchar a la audiencia era hablar del reality como "un experimento sociológico". Eso de meter personas anónimas con perfiles diferenciados dentro de una casa-jaula y comprobar sus reacciones, interacciones y adaptación al concurso y la convivencia. La fórmula ha tenido un éxito que no tiene discusión, a pesar del desgaste y de una serie de sucesos que han lastrado la marca. Como la violación de Carlota Prado, como la huida del maltratador Carlos 'El Yoyas'. Es su cara oscura, trágica y terrible. Cosa que se manifiesta de manera cada vez más escalofriante con la maldición que arrastra una edición en concreto, la número 6. La del año 2004, con Mercedes Milá convertida en la gran estrella de la televisión.
La nómina de concursantes (Bea la Legionaria, Nicky...) está llena de noticias impactantes. Recientemente, nos quedamos pasmados con la muerte de Conrad Chase, finalista de la edición, con 58 años. Natacha Jaitt, modelo, estrella de la revista Playboy y colaboradora del 'Crónicas Marcianas' de Xavier Sardà, también murió en extrañas circunstancias en una sala de fiestas de Buenos Aires, en el año 2019. Tenía solo 41 años. También tenemos a Sandra Crespo, una asturiana que vivió un infierno con su exmarido, desahuciada, luchando por la custodia y pasándolas canutas. Sandra, al salir de la casa, fue durante un tiempo pareja de Miguel Carpio, cuarto finalista del concurso y el último en sumarse a la lista negra. Y de qué manera.
Miguel ha sido detenido en Sevilla después de protagonizar un terrible incidente. Atropelló con su coche a un joven de 20 años que circulaba en patinete en una glorieta de la capital andaluza. Las heridas causadas son terribles, especialmente las situadas en la cabeza de la víctima, que salió disparada a 30 metros de distancia. Su situación es crítica, la vida pende de un hilo. Un policía fuera de servicio fue el primero en atenderlo y avisar a los servicios de emergencia y la policía. Al llegar los uniformados, sometieron al empresario de ocio nocturno y dueño de una discoteca al preceptivo control de alcoholemia y drogas. ¿El resultado? Positivo en cocaína.
Al conocer el resultado del test, Carpio fue trasladado a los calabozos de la comisaria de Blas Infante, pasando la noche allí para ser conducido posteriormente a sede judicial. Se le acusa de un delito contra la seguridad vial y de un homicidio imprudente en grado de tentativa. Una consideración que podría cambiar si la víctima acaba falleciendo por las consecuencias de su temeridad. Ojalá que no sea así, pero no por la exestrella de 'GH', obviamente.