18 de marzo del 2001. Empieza la segunda edición de Gran Hermano después del éxito incontestable de la primera. 16 nuevos aspirantes entran en la casa de Guadalix volviendo a hacer shares descomunales. Entre los candidatos, un catalán y una canaria. Carlos Navarro y Fayna Bethencourt. La estancia en la casa fue un drama. Los dos jóvenes se hicieron pareja e iban en contra de toda la casa. ¿Resultado? Expulsión disciplinaria de Navarro, más conocido por la palabra que siempre decía amenazando a sus oponentes: "Le voy a dar dos yoyas que le van a quedar temblando las orejas". ¿Por qué? Por como trató, ya entonces, a su pareja.

Carlos Navarro y Fayna Bethencourt (Telecinco)

Después del paso por el programa, el Yoyas y su pareja siguieron juntos fuera de la casa. Casi dos décadas juntos, con muchas discusiones, mucha bronca y muchas agresiones... Pero incluso se casaron y tuvieron dos hijos, un niño y una niña. Hasta hace dos años, cuando se separaron definitivamente. Porque Fayna ya no podía soportar más la pesadilla. Una pesadilla de maltratos.

Fayna Bethencourt y Carlos Navarro (Telecinco)

La justicia acaba de sentenciar a Navarro a cinco años y ocho meses de prisión e indemnización de 12.000 euros por maltrato habitual dentro del ámbito familiar. Y la canaria ha revelado detalles de su terrible experiencia como víctima de violencia de género a la revista Lecturas. El testimonio hace estremecer. Así recuerda la primera vez que se le fue la mano a su expareja: "La primera vez que me dio una paliza mi hijo de 3 años intentó defenderme. Mi hija de 7 años me pidió varias veces que lo denunciara".

Carlos Navarro (Telecinco)

Fayna Bethencourt (Telecinco)

Fayna asegura estar "triste y dolorida" y que el recuerdo de lo vivido todavía perdura: "Me prohibía cosas como ir a lavar el coche. Decía que lavando se hacen posturitas y se ponen todos cachondos". Eso es lo que ha dicho hoy, pero no tenemos que olvidar algunas frases aterradoras que confesó hace un par de años: "me enganchó del cuello y me llevó cogida en volandas por todo el pasillo con una violencia brutal y me estampó contra el suelo con los niños delante gritando. Me tumbó en el suelo estrangulándome y diciéndome que me iba a matar". Un infierno.