Jiménez Losantos es, en términos futbolísticos, uno de esos jugadores que siempre va al límite del reglamento. Juego subterráneo, entradas duras, menosprecios y agresiones... Cualquier ardid es bienvenida para atacar y, si es posible, destrozar al rival. Dejémonos ahora de metáforas y pongamos las cosas en su contexto: el de Teruel no es futbolista, si no que se dedica a la información, al periodismo. Dicho, evidentemente, con todas las cautelas y unas comillas gigantescas. Con Losantos no te informas, con Losantos te agitas, te exaltas, entran ganas de quemarlo todo. Con un matiz: no importa si compartes su credo ultra o te opones frontalmente: el efecto de sus intervenciones hacen rebelarse a unos y otros. Este es su gran mérito.

Ahora bien, que disfrute de una bula permanente y de barra libre infinita no quiere decir que, de vez en cuando, surja alguien que le quiera parar los pies. Cuando menos que lo intente, porque Losantos es duro de pelar, como Rebeca. Es el sheriff de las ondas fachas, con permiso de Carlos Herrera. Pero por encima de él hay una figura que manda más: la Justicia. Sí, un poder con un prestigio y reputación más que dudoso en este Estado español de 2022, pero como no es bueno generalizar, otorgaremos todo nuestro crédito a la magistrada del Juzgado de instrucción número 8 de Madrid que acaba de procesar al locutor y lo envía a juicio por unas manifestaciones muy atrevidas sobre un ministro del Gobierno, actualmente retirado de su cargo: José Luís Ábalos, un hombre con una diana gigante en la espalda pintada por los ultras.

El ex ministro de Transportes del Gobierno, José Luis Ábalos / Europa Press

Las declaraciones de Losantos sobre el ex ministro Ábalos que le han costado la apertura de juicio oral

Losantos insinuó en 2021, durante uno de sus programas en Es Radio, que el ex ministro Ábalos ayudó a la vicepresidenta de Venezuela Delcy Rodríguez a introducir en territorio español "maletas con cocaína, con oro o con divisas", durante una escala en el aeropuerto Adolfo Suárez de la capital de España. Eran aquellos días de convulsión de 2020 por el conflicto venezolano, con Maduro y Juan Guaidó luchando por el poder. Sobre Delcy había una orden de restricción de acceso al espacio Schengen impuesta por la Comisión Europea. Rodríguez, sin embargo, nunca salió de la zona de tráfico internacional, hecho por la cual no infringió la medida. Ábalos la visitó en aquella parada, y la literatura de la extrema derecha empezó a esparcir todo tipo de porquería en torno a los protagonistas del encuentro.

Delcy Rodríguez / EFE

"Maletas con cocaína, oro y divisas": las graves acusaciones del periodista que la Justicia podría castigar

La jueza ha atendido el auto de la Audiencia Provincial de Madrid que ordenaba procesar a Losantos por injurias y calumnias, al considerar que hizo estas afirmaciones sin ninguna prueba ni evidencia. Los magistrados argumentaban que el locutor no tenía conocimiento sobre el contenido del equipaje de la dirigente de Nicolás Maduro. Aun así exclamó: "40 maletas con cocaína, con oro o con divisas, que entraste tú, que metiste tú, en España, de la mano de tu amiga la Delcy Rodríguez". Según la justicia el aragonés pudo actuar al dictado de las especulaciones de Santiago Abascal, líder de VOX. El caso es que el periodista, su medio y su página web han quedado empapelaos y se tendrán que sentar en el banquillo de los acusados. Y lo que hace más daño: de momento tendrá que desembolsar 100.000 euros de fianza.

Federico Jiménez Losantos / Es Radio

Federico va al juzgado. Parece un título de los cuentos infantiles de Teo, pero mucho más desagradable.