José Luis Almeida está viviendo, sin duda, uno de sus mejores momentos. Quién le iba a decir al alcalde de Madrid que, después de 49 años siendo el soltero de oro de la familia, encontraría a una mujer con quien casarse y construir una familia. Bien, él tampoco se lo creía. La afortunada de caer en brazos del alcalde de la capital madrileña ha sido Teresa Urquijo, con quien se lleva más de veinte años de diferencia, pero para él eso no es un problema, ni mucho menos. Los dos protagonizaban la boda del año reuniendo a centenares de invitados de la burocracia, lo mejor de lo mejor, imaginaos si la ceremonia era tan emblemática que ni el rey ni las infantas rehusaron la invitación. Más que un enlace matrimonial, podríamos decir que fue un espectáculo, y ahora, después de jurarse amor eterno bajo el todopoderoso, show must go on.
Desde el minuto uno su romance ya dio para hablar, pero la boda fue un acontecimiento inigualable. Ella lucía el vestido que había pasado de generación en generación, lo había llevado su abuela, después la madre y ahora el turno de la hija. Tiene 27 años y durante el camino al altar parecía que se hubiera rebajado a la edad de su marido. Al salir de la iglesia San Francisco de Borja (también conocido como 'Jesuitas de Serrano') todo el mundo exclamaba el beso de pasión y fogosidad del primer día de bodas, el alcalde, intentando mantener su compostura, le engullía las mejillas con un beso succionado. Pero lo mejor no se acababa aquí, la guinda del pastel llegaba durante la celebración. Almeida quiso honrar a su capital bailando el tradicional 'chotis' con la novia, un vídeo que quedará para la historia. Ni compás, ni ritmo, ni gracia, ni complicidad. Quién sabe cómo fue aquella primera noche de casados, Dios mío.
Siguiendo con el patrón establecido, ahora los tocaba irse de luna de miel, destino Maldivas y Bután. Aparecían en el aeropuerto mostrando toda la complicidad que no habíamos visto al enlace, ni más ni menos que se compraban las mismas zapatillas deportivas, al puro estilo 'matching', ya os lo decíamos antes, Almeida todavía tiene el espíritu joven. La ilusión de la pobre Teresa Urquijo era ser la próxima couple goals de moda, parece que se ha quedado en un intento. El matrimonio estaría diez días disfrutando de luna de miel, entre los cuales coincidiría con el cumpleaños del alcalde. 49 años y recién casado, la pasión y el amor les tendría que salir por las orejas y en una fecha tan esperada, todo el mundo quería ver la felicitación inédita de la enamorada. Teresa Urquijo se guarda el perfil de Instagram en privado, pero ha sido su marido quien ha querido presumir de felicitación y de chica. Y la imagen no tiene pérdida.
Un seflie bajo el paraguas, donde podemos intuir que el clima no les ha ido demasiado a favor en sus destinos exóticos, de hecho podemos ver como también iban conjuntados de impermeable. Como dos hermanitos gemelos que la madre les viste igual. Ella sale sonriendo intentando hacer una fotografía bonita del momento, y Almeida, en cambio, hace cara de aterrado, de sorprendido, no le podemos ver la sonrisa. Nos esperábamos una dedicatoria más romántica, quizás con su renombre íntimo, pero nada. Ya vemos que la joven no tiene muchos dotes de instagramer, es sencilla como su marido y tan solo le ha dedicado un gift con Happy Birthday. Nada de cursiladas, y nosotros queríamos ver la faceta más romántica de la pareja.
Pero ala, nos tendremos que quedar con las ganas, o bien, también podríamos decir que nos han hecho un favor, cuesta imaginarlos en la intimidad.