A una hora y media de la boda de Tamara Falcó e Ínigo Onieva, el alud de informaciones es incesante y frenético. Para tranquilidad del personal, podemos decir que Íñigo Onieva ha aparecido tras los rumores sobre cómo acabó la noche de la preboda. En Telecinco hay disparidad de criterios: 'Socialité' aseguraba que la noche lo confundió y no habían vuelto a saber de él, pero en el 'Fiesta' de Emma García explican que pasadas la una de la madrugada se fue a casa. Que se ha portado bien, y que sólo cuando han empezado a aparecer sus amigos y los fotógrafos de 'Hola!' se ha animado la cosa, con música, bebidas y comida. Onieva ha salido hacia el escenario de la boda a las 16:30 h, bastante tarde, a medio vestir y con el pelo mojado. Con prisas.
La novia Tamara ha sido más madrugadora. Ha llegado a la finca El Rincón pasadas las tres y media de la tarde, sonriente, vestida de blanco, pero evidentemente no con el diseño de Carolina Herrera que ha provocado tantos dolores de cabeza, viajes y súplicas. Estaba tranquila, sabe que tendrá alguien con quien casarse en el altar. Y no es poca cosa. No quedará en ridículo ante los 400 invitados y el medio planeta que lo mira desde fuera. Entre los asistentes, unos cuantos Borbones. Los de segunda categoría han confirmado que sí estarán, la figura principal no se sabe. Pensábamos que sería la infanta Elena, amiga personal de la marquesa. Pero Tami apunta más alto, a la cúspide. Al rey. A Felipe VI.
Elena no será la gran figura, Felipe VI estará en la boda
Felipe VI tiene su espacio reservado en la ceremonia que se llevará a cabo a partir de las 19:00 h en la capilla de la finca. Físicamente no porque no cabría, pero estará presente de otra manera. De palabra. De oración. De plegaria: una por Felipe, la reina Letizia, la princesa, la corona y por la madre que los matriculó a todos. Lo revelaban en el programa de Telecinco, que está haciendo un seguimiento exhaustivo de las novedades del enlace. Algunas bien random. Y otras fachas, claro. Porque Tamara es la reina de las socialités del españolismo. No podía faltar la mención a la monarquía y la súplica a Dios para que guíe a la nación a la gloria eterna.
Una plegaria por la monarquía, el homenaje facha de Tamara
El gesto del inminente matrimonio los coloca muy arriba en la clasificación de bodas hiperpatriotas, compitiendo con María Pombo. No sabemos si sonará el himno español, seguro que sí, pero el cameo religioso de la Casa Real es un hit que no esperábamos. Suma muchos puntos. Lástima que no hayan montado pantallas gigantes también en la Plaza de Colón, lo petaría. Pero como es tacaña y clasista, no piensa en sus plebeyos y correligionarios. En la próxima boda, quizás.
Viva los novios y arriba España, c***. Ideal.