Milan y Sasha se comen los dulces de su calendario de adviento, y Shakira, mientras tanto, tacha en rojo en el calendario los días que le quedan para irse de Barcelona para siempre. El pasado jueves a las 9:30 horas, la cantante y Piqué ratificaron el acuerdo de separación, donde figura la custodia de los menores. La artista se instalará en Miami el primer fin de semana de enero, justo después de las fiestas navideñas. Los niños ya están escolarizados en el nuevo colegio donde acabarán el curso. Por otro lado, el deportista no quería ser un padre ausente y viajará 10 días cada mes a Estados Unidos para pasar tiempo con sus hijos.
Mientras llega el esperado momento, Shakira toma distancias con Piqué. Los niños han acabado sus extraescolares y ya no tendrá que ver más al catalán, tampoco a sus familiares. En Miami no le verá las caras porque será otra persona quien le entregará a los niños o saldrán por su propio pie de la mansión. El corazón de la colombiana está totalmente resquebrajado, no piensa perdonarle ni a corto ni largo plazo. Es momento de empezar una nueva vida.
Shakira evita a Piqué y a los padres de éste
La última vez que vio la cara de Piqué fue en la función del colegio de Navidad de Sasha. Justo unas horas después de firmar en el juzgado la ratificación del convenio. Los dos volvieron a aparecer en el colegio por separado. Entraron cada uno con su coche al parking para saltarse la cola del resto de padres. De esta forma evitaban momentos de tensión y preguntas. La cantante se puso en un lado y el futbolista en el otro, completamente separados. Shakira estuvo acompañada por su hermano Tonino, y Piqué fue con su madre.
Shakira no saludó en ningún momento a Piqué, ni tan siquiera le miró. Él se fue nada más acabar la representación, y ella se quedó a esperar a Sasha y despedirse de algunos padres de los niños de la clase de su hijo y del profesorado. Puede haber pasado lo que sea entre ellos, pero no es necesario menospreciar un saludo a la familia del otro. La colombiana no saludó tampoco a la madre de Shakira, quien hasta hace un año era su suegra.
Este gesto solo hizo confirmar la mala relación que supuestamente existía entre Shakira y los padres de Piqué. Según varios medios tanto nacionales como internacionales siempre se ha dicho que a los progenitores del futbolista no les gustaba la actitud altiva de la colombiana. Demasiado creída.
Shakira no quiere más polémicas. A día de hoy está centrada en los pequeños y en ultimar los detalles de su viaje a Miami. Se acabó para siempre. La historia de amor pone punto y final.