La última vez que los espectadores han podido ver al actor Fermí Fernàndez en TV3 fue el pasado jueves, en un número musical memorable. El actor de Polònia se puso en la piel de uno de sus habituales, Xavier García Albiol, y entonó una versión impagable del hit de Abba 'The winner takes it all' por las calles y playas de Badalona. No manda el ganador, y más si este soy yo, donde el llorón álter ego del político del PP lamentaba el pacto que lo ha dejado fuera del ayuntamiento.
Una de las frases marca de la casa más abyectas del político a quién Fernàndez da vida fue cuando aseguró sin ruborizarse, que "en la mayoría de escuelas públicas de Catalunya se educa para odiar a España". No sabemos qué debería sentir el actor al oír estas palabras, pero no cuesta imaginarlo teniendo en cuenta lo que ha verbalizado ahora en su cuenta de Twitter. En las redes, Fernàndez se muestra especialmente activo y no se muerde la lengua a la hora de defender aquello en lo que cree y pintarle la cara a más de uno.
Habitual de los actos de la ANC en favor de la independencia, el intérprete ha dicho a menudo que hay que superar la política de la amenaza y del miedo que practica el Estado español. También en materia de enseñanza. Últimamente los altavoces unionistas han hablado de un incidente en una escuela de Terrassa con un niño que decía haber sido agredido por una maestra por dibujar una bandera española. Por no hablar de lo que aseguró Isabel Díaz Ayuso, "Los niños catalanes que piden ir al lavabo en español son víctimas de racismo".
Esta cuestión ha irritado especialmente al actor, que en un primer momento ha retuiteado un comentario sarcástico y crítico de un maestro sobre este bulo ("De todos se sabido que a los docentes catalanas nos encanta disfrutar de cacas y chupes mientras damos clases. Personalmente, a los pecas meones y cagones españoles, los ato en un palo boca abajo y friego cono ellos el suelo después del inevitable accidente. No sé, soy así"). Posteriormente, él mismo se ha pronunciado emplazando a la caverna a hacer una visita a la escuela de sus hijos, después de leer un comentario sobre un maestro que dibujaba un panorama apocalíptico sobre lo que pasa en las escuelas catalanas. Un clima "irrespirable" donde no se atiende a los niños si hablan en castellano y donde se les ignora si no piden ir al lavabo en catalán. Y Fernàndez ha dicho que ya basta: "Mentiras y más mentiras. De verdad... No os cansáis? Mis hijos van a un instituto en un pueblo de Tarragona. Hablan mejor español que muchos de vosotros. Juegan (también) en español. MENTÍS, Y LO SABÉIS. SOIS PERVERSOS. No creo en el karma, pero ojalá, mentirosos":